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La tranquila comunidad de Vicente Casares se vio alterada por un asalto ocurrido el martes 22 de septiembre en una despensa de la localidad, ubicada en el boulevard, a 50 metros de la ruta 205.
En horas de la tarde dos delincuentes presuntamente armados irrumpieron en el comercio, propiedad de Santiago Aranda. En cuestión de segundos redujeron al comerciante, a su empleada y a la hija menor de la chica, que también se encontraba en el lugar.
Con el correr de los minutos redujeron a otros clientes que fueron llegando, entre ellos algunos niños, quienes fueron encerrados en un baño y despojados de sus teléfonos móviles.
Luego de tomar el dinero de la recaudación, escaparon en la camioneta Kangoo de Aranda, que diez minutos más tarde apareció abandonada en las calles Brasilia y Medellín del barrio Santa Mónica (localidad de Máximo Paz). Por lo tanto no se descarta que los delincuentes vivan en esa zona.
"El comerciante cree que eran dos asaltantes armados, pero no está seguro porque lo intimidaron y lo obligaron a mirar hacia el piso. Ocurrió todo muy rápido" dijo una fuente policial.
RECLAMOS A MARISA FASSI
El mismo día del asalto representantes de la Sociedad de Fomento se habían reunido con la jefa de Gabinete municipal, Marisa Fassi, para solicitar un mejor servicio de seguridad en el poblado.
Los fomentistas pidieron mejorar el patrullaje, ya que en raras ocasiones se ve la presencia de un patrullero; y también solicitaron restablecer una cámara de seguridad que inexplicablemente fue retirada.
Esta reunión estuvo motivada por varios hechos de inseguridad que alarmaron a la comunidad en los últimos días, como robos de bicicleta, ingresos a fondos de viviendas y rotura de parabrisas.
INFOCAÑUELAS
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
