"Hubo rumores y publicaciones, algunas ciertas y otras no tanto. Estamos en etapa de cambio en las diócesis y los vientos de cambio han llegado hasta Cañuelas". De esta manera el obispo de Gregorio de Laferrère, Gabriel Barba, confirmó el traslado del padre Mario Slongo a una parroquia de San Justo.
"No saben lo difícil que es esto. Cambiar a los curas es como una frazada: tapamos la boca y destapamos los pies. Es muy difícil atender a las diferentes comunidades y además hay intereses opuestos. La alegría de uno es la tristeza de otros", añadió previo a la homilía de las fiestas patronales.
Si bien llenó de elogios a Slongo, prácticamente no mencionó a su próximo sucesor en Cañuelas: el párroco de Máximo Paz y funcionario de Gustavo Arrieta, Walter Bejarano.
"Lo necesito mucho a Mario, sabe que en la parroquia donde va hay un colegio y que se necesita de su pericia. Pero todavía falta bastante. El cambio no se va a hacer hasta sus bodas de plata de cura. Le sobra capacidad y experiencia para hacer mucho bien en su nuevo destino".
En otro pasaje de su mensaje confirmó la permanencia en cañuelas del padre Federico Villalba.
Por último, saludó la presencia del intendente, su esposa y concejales a lo largo de la procesión. "Es muy importante caminar juntos, cada uno desde su lugar".
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas