Graciela “Vichy” Vialá: el homenaje pendiente

Vichy era mi amiga, de esas de la infancia, de las de toda la vida, de las que con solo mirarte adivina qué estás pensando. Por lo tanto, estas líneas no tienen nada de imparcial.

Pero también, debemos reconocerlo, Vichy era una gran profesional de la odontología. Nacida y criada en Cañuelas. Estudió, se capacitó y volcó todo su conocimiento y el amor por su profesión en su pueblo. 

Trabajó años en la Salud Pública y dedicó a sus pacientes de Uribelarrea toda su vocación por mejorar la salud bucal, sobre todo en los niños de las escuelas públicas. Cuando después de la pandemia decidió no ejercer más la odontología, donó al Municipio todo su equipamiento, que fue instalado en su querida sala de Uribe. 

El año pasado, aquellos que queremos a Vichy, asumimos el dolor de verla partir. 

Unos meses después se presentó en el Concejo Deliberante un proyecto para homenajear a nuestra amiga, imponiéndole su nombre a la sala de odontología de Uribe. El proyecto se aprobó por unanimidad… pero nunca se concretó. ¡Hace casi un año que el proyecto se aprobó, pero el merecido homenaje nunca llegó! 

No me quedan dudas de cuán merecido era este reconocimiento. Confío en que en algún momento nuestras autoridades encuentren un lugarcito en sus agendas y puedan dar cumplimiento a este esperado gesto para una gran profesional Cañuelense como lera la Dra. Graciela Vialá, nuestra querida Vichy.

Si los que hemos sido amigos, pacientes y conocidos de Vichy; si los que la hemos querido como ella sabía hacerse querer, compartimos este pedido, tal vez logremos llamar la atención de alguien que tenga la posibilidad de decidirlo, y el merecido homenaje se concrete. ¡Ojalá! 

Escrito por: Gladys Amundarain