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21 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Con un homenaje a Chola Rizzi y un encuentro coral, los vascos celebran la diáspora

Será este sábado 7 de septiembre en el Centro Vasco Denak Bat.

Chola Rizzi. Archivo InfoCañuelas.

El Centro Vasco Denak Bat de Cañuelas se apresta a celebrar el Día de la Diáspora, fecha en la que el vasco universal Juan Sebastián Elcano finalizó la primera vuelta al mundo.

Si bien la conmemoración oficial es el 8 de septiembre, la comunidad vasca local lo celebrará el sábado 7 a las 16.30 en la sede social de calle Del Carmen 446.

En la oportunidad se podrá disfrutar un encuentro coral del que participarán Coral Las Cañuelas, el coro de Sociedad Italiana de Cañuelas, el de la Sociedad Italiana de San Martín y el de la institución anfitriona.

Asimismo, se rendirá un homenaje a Isolina “Chola” Beherens de Rizzi, escritora, descendiente de vascos e integrante del Coro Denak Bat.

Nacida en Gobernador Udaondo en 1928, siendo ya abuela comenzó a escribir poesía, siguiendo la pasión que en su niñez despertó la obra de Juana de Ibarbourou.

Es autora de un millar de poesías, algunas reunidas en sus libros Perfume a tierra y cardales (2000), Burbujas (2003), Alas de cañaveral (2005), Bajo el sol de Chiquilandia (2006), Magia de otoño (2009) y Mi barca de sueños (2018). 

A continuación reproducimos dos poemas de Chola, una pequeña aproximación a su cándida producción.

MÚSICA DEL SILENCIO

A Dardo, mi hijo

Todos los inviernos han partido,
pero éste ha quedado muy adentro
con leños todavía encendidos,
y largas horas cargadas de recuerdos.

Mientras cae la lluvia lentamente,
escucha pasos y música del tiempo
y atraviesa su mirada los cristales
del ventanal perdido entre los cedros.

Recostado en el diván, y pensativo,
allí está solo... solo con su perra;
brilla el gris azul con una lágrima,
que se va de viaje hasta muy lejos.

Vuelve a la realidad... sus hijos llegan...
los pequeños que alegran sus momentos
y ya no piensa, se incorpora, ríe y ríe...
¡Ahora tiene color de música el silencio!

NO TE CAMBIO

A mi Udaondo

Le canto a mi Udaondo, un oasis de calma;
al monte las acacias y Capilla Sta. Ana;
matorrales azules del campo, sus fragancias,
y aquellos labradores en un crisol de razas.

Le canto a mis raíces, al candor de la casa
con viejos espinillos y tardes bien soleadas,
a caminos que guiaron mi niñez añorada,
al patio de ladrillos con cerco y rosas blancas.

Aquí nací una noche de luna muy plateada.
Me arrullaron jilgueros en rojiza alborada,
y fue mi raza criolla mezcla con españoles
y alemanes venidos de tierras muy lejanas.

Yo te quiero, Udaondo de mi primera infancia;
mi escuela, los momentos de juventud dorada,
sembrado de alfalfares; y en una vieja acacia
¡hoy encontré unas letras y marcas de mi hamaca!

¡Cómo no he de quererte, si fuiste generoso!
me diste alegrías que llevo muy grabadas,
al fin hoy he llegado para poder decirte
¡bendita sea tu tierra, tu cielo, tus fragancias!

¡Qué pronto pasó el tiempo, mi querido Udaondo!
la vida quiso un día, sin pensar, me alejara,
y aunque cargue mis años que ya no son tan pocos
tengo fresco el recuerdo... ¡no te cambio por nada!

 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas