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18 de octubre. Cañuelas, Argentina.

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En el taller de Juan Carlos Nesprías se inauguró un museo en su memoria

Fue creado por Martín Velozo, colaborador de Carlitos durante más de tres décadas. Fotogalería.

El Plymouth restaurando por Nesprías que compró con su madre y su hermana. Foto gentileza Jorge Meji.

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A un año de la muerte de Juan Carlos Nesprías, su colaborador e hijo del corazón, Martín Velozo, acaba de inaugurar un museo que contiene vehículos, trofeos, botines, guantes, cascos, trajes deportivos, fotografías, revistas, libros y recuerdos de su trayectoria en el TC Roqueperense y el Turismo Carretera. 

El nuevo espacio está ubicado en el taller de mecánica, chapa y pintura de calle Hipólito Yrigoyen 552. Se puede visitar de lunes a sábado en horario laboral.

“En el museo exhibimos todas las cosas que fueron de Carlitos, excepto los autos de carrera. De esos no quedó ninguno porque él los fue vendiendo, pero sí están los tres autos que él armó o restauró: La Negrita que armó con sus propias manos desde cero; un Plymouth 1929 que hace unos años compró en sociedad con su mamá y su hermana, que restauró por completo; y un Ford A 1930 que también restauró. Faltan algunas terminaciones que iré haciendo de a poco”, relató Velozo a InfoCañuelas.

Se exhiben todos sus trofeos, como la copa del tercer puesto que logró en la carrera por los 80 años de Juan Manuel Fangio; y la copa que le otorgaron por el récord de velocidad obtenido en La Pampa.

Entre los objetos de la vitrina llaman la atención unos guantes azules que Osvaldo “Pato” Morresi le canjeó a Nesprías por unos rojos. “Carlitos los guardó y nunca los usó porque sólo le gustaba usar guantes rojos, en homenaje a Cañuelas” detalló Velozo.

Muchas de esas piezas fueron guardadas prolijamente en cajas por “Chiquita”, la mamá de Carlitos. “A él no le interesaba conservar esos recuerdos, pero su mamá, que murió hace tres años, casi centenaria, siempre le insistía con guardarlos. Gracias a ella y a Cristina (hermana de Nesprías) hoy la gente puede apreciar todo esto”.

Como Nesprías, que solía quedarse hasta la madrugada en el taller, ultimando detalles para alguna carrera del calendario, Velozo estuvo las últimas semana trabajando a deshoras para llegar con el Museo y con la Cabina de Pintura, inaugurada en forma simultánea. “El año se me pasó rapidísimo y no quería dejar pasar este aniversario sin terminarlo”.

Martín Velozo cuando se sumó al equipo de Nesprías, en los 90. Archivo.

Velozo comenzó a trabajar con Nesprías en 1990, cuando tenía 14 años. Lo acompañó en sus últimos años en el automovilismo nacional y en la temporada 1994-1995 (la última del cañuelense en el TC) fue su copiloto. A partir de ahí fue su mano derecha  en el taller mecánico, en el que ahora continúa aplicando todo lo que aprendió de su maestro. “Mi papá fue el primero que me enseñó mecánica, pero tuve la desgracia de perderlo siendo muy chico. Carlitos fue como un segundo padre, me enseñó el valor del trabajo, del respeto y del esfuerzo”.

Velozo destacó el incentivo y apoyo de Cristina y Julio Colabello, ex piloto y amigo de Nesprías, quien fue el arquitecto de la obra.

Cacho Bonavita, Javier Picco, Alfedo Morgante y Luis Mac Gill, entre muchos otros amigos Nesprías que pasaron por el Museo, se emocionaron con esta iniciativa que engrandece el legado del más grande piloto de Cañuelas.

Cacho Bonavita y Cristina Nesprías en la inauguración del Museo. Foto gentileza Jorge Meji.

EL MONUMENTO, EN MARCHA

La Asociación de Vehículos Antiguos de Cañuela (AVAC) sigue trabajando en la planificación del monumento que será construido en la plaza San Martín.

Si bien la intención era inaugurarlo el 3 de octubre, el trámite de aprobación legislativa más la presentación de planos insumió más tiempo del esperado.

Fines de noviembre es la fecha que se baraja para la inauguración del memorial. Todos los costos de materiales y mano de obra estarán a cargo de AVAC.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas

Museo Juan Carlos Nesprías

Inaugurado en Yrigoyen 552 por iniciativa de Martín Velozo. Fotos: Jorge Meji.