De todos los sectores afectados por la pandemia posiblemente el del entretenimiento sea uno de los más golpeados, especialmente el rubro de los boliches y salones de fiesta. Hasta la aparición de una vacuna, ninguna de estas actividades volverá a funcionar como las conocimos.
Pensando en alguna alternativa laboral luego de casi ocho meses de inactividad, los dueños de Astor 1814 están elaborando un proyecto de boliche al aire libre. No sería estrictamente una disco, sino un híbrido de la nueva normalidad que podría combinar shows de teatro, DJ´s en vivo, recitales y stand up.
Para garantizar el distanciamiento social imprescindible en este tipo de reuniones, se está pensando en la implementación de “corralitos” con vallas metálicas, una suerte de burbuja de 2 x 2 metros dentro de la cual irán las familias o grupos de amigos. Los corralitos estarán separados entre sí por una distancia de seguridad y tanto el ingreso como la salida se harían por turnos para evitar el contacto durante la circulación por los pasillos.
Los responsables de Astor ya se contactaron con los propietarios de dos o tres predios que podrían servir para llevar a cabo este experimento, uno de ellos ubicado sobre la calle Pellegrini.
“Nuestra situación es la peor de todas porque nuestro rubro es el último que a va a volver a funcionar, somos conscientes de eso. Estamos en una situación dramática, pero no nos quejamos porque sabemos que todo el mundo está igual. Entendemos que esta idea puede sonar extraña pero es lo que se está haciendo en distintas partes del mundo para volver a tener recitales y música al aire libre. Por ahora es lo que se puede hacer” explicó a InfoCañuelas la cara visible de Astor 1814, Alejandro Monod.
Tras explicar que el boliche de Florida y Libertad por el momento sigue existiendo porque los dueños de la propiedad no están cobrando el alquiler, dijo que junto a sus socios está preparando un protocolo que ni siquiera ha sido presentado en el municipio.
“Es una idea que está dando vueltas, pero no tenemos nada definido. Hay un montón de variables que estamos analizando. En primer lugar el costo que significa armar los corrales metálicos; si la gente estaría dispuesta a bailar dentro de un corral o presenciar un show de esta manera; si se sentiría cómoda; si está dispuesta a salir y gastar dinero en un show en este momento”.
También hay que evaluar el riesgo climático y la rentabilidad, especialmente luego de la experiencia negativa que en términos económicos significó el proyecto del Autocine en Ruta 6.
Monod comenzó a trabajar en boliches en 1995 con Dr. Acuña, cuando tenía 18 años. Luego siguieron Sabbat, Tassen y Alcuba, entre otros. Desde entonces siempre se dedicó al mismo negocio. “Es lo único que hice en mi vida y en este momento tan difícil, en el que tenemos cero ingreso, es lo único que se nos ocurre para tratar de hacer algo”, concluyó.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas