En los albores del siglo XX la ciudad de Buenos Aires, sus conventillos, la campaña y los obreros del medio rural o urbano captaron la mirada de varios fotógrafos. Uno de ellos fue el norteamericano Harry Grant Olds, pionero de la fotografía institucional, publicitaria, de paisajes, documental y periodística, tal vez el primero que se alejó del retrato para captar el medio ambiente.
Gracias al trabajo de Olds hoy podemos apreciar varias imágenes de La Martona publicadas en La Ilustración Artística, La Ilustración Sudamericana y otras revistas de principios del siglo pasado. Además, se utilizaron para la edición de postales.
Nacido en Ohio en 1869, Olds llegó a la Argentina en 1900 luego de pasar un tiempo en Chile y precisamente uno de sus primeros empleos fue como fotógrafo de la industria láctea de la familia Casares.
Con estudio en la calle 25 de Mayo 412, en 1901 fue nombrado fotógrafo oficial de la Sociedad Rural Argentina, cargo que le permitió establecer contacto con estancieros y personalidades de la sociedad porteña a los que luego incorporó como clientes.
“La actividad y los logros profesionales de Olds a poco de radicarse en el país fueron notables. Con la ayuda de su tío se vinculó con estancieros y otros empresarios que le encomendaron importantes trabajos, como las 240 fotos que hizo para la casa Drysdale en mayo de 1901. A partir de la correspondencia de Olds con su familia sabemos que sólo con dos empresas —Drysdale y La Martona— ganó casi cinco mil pesos en sus nueve meses iniciales de actividad lo que indica con elocuencia su rápido éxito profesional y pone de manifiesto su excelente olfato para advertir la potencialidad de la fotografía comercial como negocio, aun en un medio que no conocía. Ilustra también sobre el importante uso de la fotografía por parte de las grandes firmas agropecuarias y comerciales de la época, impensable pocos años antes” destacan Abel Alexander y Luis Priamo en su trabajo biográfico “Noticias de un desconocido”.
Alexander y Priamo señalan que al momento de su muerte, en 1943, el Buenos Aires Herald le dedicó una extensa nota necrológica. Afirmó que era un antiguo y muy respetado miembro de la comunidad norteamericana de Buenos Aires, y que murió después de padecer una larga enfermedad que lo mantuvo prácticamente postrado por más de dos años. Explicó el diario que su labor pionera como fotógrafo publicitario y documental, especialmente sus estudios sobre hacienda de pedigree, le permitieron ganarse el reconocimiento de los grandes estancieros del país.
La Martona. Vista del lado este. H. G. Olds. La ilustración artística, 9 de septiembre de 1901.
La Martona. Vista del depósito central. H. G. Olds. La ilustración artística, 9 de septiembre de 1901.
La Martona en Vicente Casares. Departamento de leche maternizada. H. G. Olds. 1901.
La Martona en Vicente Casares. Sector de la fabricación de manteca. H. G. Olds. 1901.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether