La Caledonia fue una de las estancias precursoras de Cañuelas cuando los territorios del actual distrito formaban parte de la Magdalena. En 1807 pertenecía al hacendado Tomás José Grigera y en 1811 pasó a manos del marino retirado Jorge B. Arnold.
Recién en 1823 fue adquirida por el escocés John Miller (1787-1843). “Este ganadero es el que fundó la estancia en esas tierras, le puso por nombre ´La Caledonia´ (antigua denominación latina de Escocia) y la amplió comprando otro terreno al mismo Arnold y un tercero a don Casimiro Fuentes en diciembre de 1824” relata Lucio García Ledesma en sus Bases Documentales para la Historia de Cañuelas.
La llamada “Estancia de Miller” es reconocida por haber albergado el campamento de Juan Manuel de Rosas, lugar donde el 24 de junio de 1829, hace 190 años, firmó el “Pacto de Cañuelas” con Juan Lavalle.
Cabe destacar que dicho acuerdo no se suscribió dentro del casco donde vivían los Miller, sino en una pequeña construcción de vigilancia o mensajería ubicada cerca de la entrada, por donde pasaban las diligencias.
A partir de un dictamen de la Academia Nacional de Historia fechado el 9 de octubre de 1977 que sostiene de manera indubitable que el Pacto de Cañuelas tuvo lugar en La Caledonia, el presidente de facto Jorge Rafael Videla declaró al casco de la estancia Monumento Histórico Nacional mediante el decreto Nro. 2015/79 publicado el 10 de septiembre de ese año en el Boletín Oficial (ver texto completo al pie de esta página).
EL MITO VS. LA HISTORIA
Cuenta la leyenda que a raíz de la sorpresiva llegada de Lavalle una criada de Rosas olvidó una lechada sobre el fuego y sin querer “inventó” el dulce de leche, aunque no hay ninguna prueba documental que lo demuestre más allá del relato transmitido en forma oral.
La Caledonia. Galpones para ovejas. Archivo InfoCañuelas.
La Caledonia sí es importante en la historia argentina no por su aporte gastronómico sino por haber contribuido al mejoramiento del ganado vacuno. El 10 de marzo de 1836 llegó al país importado por Miller desde Inglaterra el primer toro de raza Shorthorn (o Durham como se llamaba en ese tiempo). En la estancia de Cañuelas se inició el mestizaje de ese ejemplar de pedigree con el ganado bovino de nuestras pampas.
En 1844, tras el fallecimiento de Miller, su viuda vendió la propiedad a don Pedro Alfaro. En la actualidad pertenece a la familia Sánchez Elía.
Conformada por 650 hectáreas, conserva algunos galpones que en siglo XIX se utilizaban para la esquila de ovejas.
Su casco y su parque se utilizan desde hace poco más de un año para eventos sociales y empresariales. También es posible hospedarse en alguna de sus ocho habitaciones ambientadas con estilo clásico o en la casa anexa con amplio jardín, pileta y chimenea.
Escrito por: Germán Hergenrether