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23 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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La NASA destacó la contribución de Pablo de León al diseño de trajes espaciales

En el Mes de la Herencia Hispana, la agencia norteamericana le dedicó un importante espacio al ingeniero argentino. En Cañuelas nació su pasión por el espacio.

En la noche del 20 de julio de 1969 un niño argentino de 5 años residente en Cañuelas, un pueblo de agricultores y ganadería en la provincia de Buenos Aires, fue despertado por sus padres y abuelos para ver el alunizaje de la misión espacial Apolo 11, el programa estadounidense que llevó al primer ser humano a la Luna. Para la humanidad, este evento representó un gran avance en la tecnología y en las ciencias espaciales. Para Pablo de León, quien ayudaba a su abuelo en la agricultura y en otras tareas del campo, fue el comienzo de su afición por el espacio. 

Con estas palabras comienza el artículo publicado ayer por Misael Andrés Pagán-Chárriez en el sitio oficial de la NASA Ciencia en homenaje al ingeniero argentino, nacido en Cañuelas y especializado en el desarrollo de trajes espaciales a través de su laboratorio en la Universidad de North Dakota. 

La publicación -replicada en todas las redes sociales de la NASA e incluso en la portada del sitio gubernamental- se enmarca en el Mes de la Herencia Hispana, una ventana que del 15 de septiembre al 15 de octubre se abre para rendir tributo al aporte que realizan los talentos estadounidenses de origen hispano en el ámbito de la cultura y la ciencia.

El artículo repasa la infancia de Pablo en el barrio Primero de Mayo de Cañuelas; sus audaces experimentos en el lanzamiento de cohetes, cuando tenía sólo 9 años; su carrera de ingeniería y su posgrado en la Universidad Internacional del Espacio. 

En los albores de los 90 comenzó su vínculo con la NASA como contratista en el Centro Espacial Kennedy, en Florida. Ahora, 30 años después, es uno de los pocos hispanos que colabora en la agencia como investigador en el campo de los trajes espaciales y de vuelos humanos hacia el espacio. 

En la entrevista De León subraya que ningún título de grado prepara para diseñar trajes espaciales. “Esto es algo que todavía no se estudia en ninguna universidad. Es algo que uno aprende de los expertos y los especialistas, y recogiendo experiencias y trabajando con ellos”.

Con 9 años Pablo realizó en el barrio 1ro. de Mayo los primeros experimentos en lanzamiento de cohetes. Foto: NASA.

Precisamente en este momento se encuentra abocado a un nuevo proyecto para la NASA que consiste en el desarrollo de un prototipo de un traje especial hecho, en gran medida, con impresión 3D. "Esto posibilitará la disminución de nuestra dependencia de la Tierra cuando se hagan misiones a Marte y más allá, porque traer una parte de un traje espacial desde la Tierra son dos años de viaje entre ida y vuelta”, destacó.

Otro proyecto de De León siempre latente es inaugurar el Museo Argentino del Espacio (MAdE), un gran centro educativo y de divulgación dedicado a la historia, al presente y al futuro de la actividad espacial, tanto a nivel nacional como mundial. 

El material de ese proyectado museo está compuesto por más de 800 piezas (partes de naves espaciales, medallas conmemorativas, cohetes, relojes, maquetas, etc.), bibliografia y simuladores que De León fue reuniendo a lo largo de casi cuatro décadas. Concretarlo en Cañuelas sería cumplir un doble sueño y de alguna manera volver a esa infancia donde nació todo.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas