24º
5
Agrandar texto
Enviar por mail
Cañuelas empató uno a uno con Sacachispas en el estadio Arín en el debut como técnico del primer equipo de Rolando Bertolini. En un partido con escasas emociones y de trámite opaco, el conjunto albirrojo hilvanó su tercera igualdad consecutiva y no consigue escaparse del último puesto de la tabla de posiciones.
Luego de la salida de Gastón Díaz producto del mal inicio del tambero en el torneo de la Primera B, la expectativa se centraba en saber cómo se pararía de local el equipo de Bertolini, urgido de sumar puntos dada la incómoda posición por la que transita en la tabla.
Tomando recaudos en defensa, el local cedió el control de la pelota a Sacachispas, que intentaba progresar en el campo pero que era víctima de sus propias imprecisiones. Ante esa situación, Cañuelas buscaba aprovechar la segunda jugada recuperando el balón para salir rápido de contragolpe bajo la conducción de Castañeda, quien se mostraba como el hombre más claro en el local. Igualmente los intentos del equipo de Bertolini chocaban con la falta de profundidad que ha evidenciado Cañuelas en lo que va del certamen por lo que esas contras potenciales se diluían en la intrascendencia.
No obstante ello fue Cañuelas el equipo que contó con las mejores chances del primer tiempo a través de un remate de Santiago Sosa que se fue apenas por encima del travesaño luego de una buena jugada personal y una media vuelta de Cano quien dentro del área estuvo cerca de abrir el marcador.
Sacachispas solo inquietó de manera aislada a través de Müller quien sobre la izquierda se ofrecía como alternativa de pase e intentaba con sus incursiones ofensivas generar peligro.
Fue un primer tiempo malo, con escasísimas situaciones, dentro de un trámite enredado que solo encontraba algo de lucidez cuando la pelota pasaba por los pues de Prim en la visita y de Castañeda en el local.
En la segunda parte el juego no varió ya que continuaron las imprecisiones con dos equipos que se prestaban la pelota, carentes de ideas, con la fricción como una constante.
Y en ese trance sería Sacachispas el que pudo sacarle el jugo a un contragolpe que tomó a la defensa de Cañuelas muy mal parada en el minuto 23 de esa segunda parte. Prim encontró solo a Müller por la izquierda y éste pudo escaparse para dejar sin chances a Nocetti con un muy buen remate de izquierda. En un trámite anodino el conjunto de Soldatti le sacaba jugo a las piedras y se ponía en ventaja en un momento decisivo del partido.
Pero cuando el panorama pintaba mal para Cañuelas, el tambero pudo encontrar de manera rápida la igualdad. En el minuto 28 y luego de un centro desde la izquierda, una atropellada de Lillo le permitió al propio marcador central poner el uno a uno antes que la desesperación se apoderara del local.
A partir de allí el trámite ganó en algo de emoción ante la incertidumbre del resultado y fue Cañuelas el que contó con una buena chance luego de una jugada del ingresado Mana que pasó cerca del arco defendido por el colombiano Aragón.
El pitazo final marcó la igualdad entre Cañuelas y Sacachispas. Un empate que volvió a mostrar las limitaciones de Cañuelas en ofensiva en una temporada signada hasta ahora por los malos resultados. Lo positivo en el debut de Bertolini fue la actitud del equipo de pelear el partido, lo que hizo que al menos pudiera sumar ante un rival que venía mejor parado en el certamen.
El torneo es largo y aún hay mucho tiempo para mejorar. Pero el presente lo encuentra a Cañuelas en el fondo de la tabla, lo que no deja de resultar incómodo cuando las expectativas al inicio de la temporada eran otras. Deberá trabajar mucho Bertolini para terminar de darle forma a una incipiente solidez defensiva que pudo insinuarse en los últimos partidos, pero sobre todo conferirle variantes en ataque, el principal déficit hasta ahora del tambero en el certamen.
En la próxima fecha, Cañuelas visitará a Fénix, que logró escapar del último lugar de la tabla con dos victorias en las últimas fechas, dejando al equipo albirrojo como colista de la competición.
Leonardo Garavaglia
Escrito por: Leonardo Garavaglia
