En las vitrinas del Cañuelas Fútbol Club hay una copa gigante, la más grande todas, obtenida en la Liga de Lobos de 1962. Un hombre que siempre se ufanaba de haber contribuido en esa conquista era Emir Enghelmayer, emblemático jugador cañuelense que acaba de fallecer, a los 84 años.
El 10 de diciembre fue internado en el Hospital Cuenca Alta a raíz de una hemorragia interna, de la que no pudo recuperarse. Este lunes sus restos fueron inhumados en el Cementerio Municipal de Cañuelas.
Emir Ángel Enghelmayer nació en Uribelarrea en 1936. Ni bien concluyó el servicio militar en la Isla Martín García se incorporó a la planta de Mercedes Benz, en Virrey del Pino, donde trabajaría hasta jubilarse.
A la par de su actividad como obrero fabril fue un apasionado del fútbol, deporte que comenzó a practicar en su niñez en el Uribelarrea Fútbol Club, fundado el 1 de junio de 1940.
En 1954 integró el equipo uribeño que obtuvo el subcampeonato provincial Evita, en Tandil, y el torneo regional de Lobos de 1956 organizado por el Club Fitti Ferro. La formación de los “verdes” alistó a Enghelmayer, Jorge Taboada, Antonio Vázquez, Félix Allende, Teobaldo Godoy, Nelo Rossi, Armando Cenas, Raúl de la Rosa, Nicolás Torres, Ramón Espina y Héctor Negro.
Durante algún período integró las filas del Club Rivadavia de Lobos. Hacia 1960 se casó con Esther Parodi y al poco tiempo se radicó en la ciudad de Cañuelas, en una casa de la calle Antártida Argentina donde vivió hasta sus últimos días. Fue entonces cuando se sumó a la institución de Lara y 25 de Mayo.
La primera alegría que tuvo jugando para el Tambero fue la conquista de la Liga de Lobos de 1962 junto a grandes figuras como Bernardo Gioyosa, Juan Alberto “Beto” Boccarratto, Quicho y El Flaco Perrotta, Grondona, Bocha Suardía y Tafeta Ruiz, bajo la conducción técnica de Macho Martinoni.
En 1969 sumó otro trofeo para el CFC al consagrarse en el torneo regional de Las Flores. El campeón alistó a Enghelmayer, Hugo Casey, Héctor Salaburu, Fuentes, González, Héctor Del Valle, Lucho Farías, Alberto Gurdala, Bocha Torres, Javier Arrieta, Grandi, Daniel López, Alberto García y Ricardo Petraglia como arquero suplente.
Apodado “El Loco” o “La Cebra”, quienes lo vieron desempeñarse para Cañuelas, Uribelarrea o el Rivadavia de Lobos recuerdan su figura espigada y su peculiar modo de moverse en el campo de juego con los brazos pegados contra el pecho hinchado, en una actitud mezcla de gallardía y elegancia.
Su única hija, María Esther, comentó a InfoCañuelas que hasta sus últimos días Emir vivió repitiendo con enorme felicidad sus gestas futboleras, especialmente aquella copa que -no tanto por su significancia deportiva como por su tamaño- ocupa un lugar protagónico entre los lauros del Cañuelas Fútbol Club.
“Hoy se cansó de relatarnos su proeza y se fue con la tranquilidad de que algunos otros poco cuerdos volveremos a narrar su hazaña entre tiento, sepia y pelota al pie para derrotar a los que lucen la camiseta del olvido” fueron las palabras de despedida del club que lo tiene en su libro de honor.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether