Cuando el féretro comenzó a transitar desde la Cochería Rodríguez hacia el cementerio municipal un cerrado aplauso acarició al ídolo que se iba. “¡Grande Grandote! Te queremos, carajo. ¡Nunca te vamos a olvidar!”. La frase, gritada desde el alma, desanudó la emoción de una multitud que se acercó para homenajear a ese hombre gigante, emblema de Cañuelas.
Juan Carlos Nesprías tenía una familia pequeña, aunque no se notó. En el velatorio estuvieron su hermana Cristina, algunos primos y Mabel Scrochi, su compañera de los últimos tiempos. Durante toda la mañana hubo un desfile incesante de vecinos, amigos, empleados o ex empleados, admiradores, clientes, gente del automovilismo zonal y nacional... una despedida propia de alguien que se hizo querer.
El cortejo estuvo encabezado por una autobomba del cuartel de Bomberos Voluntarios (Nesprías fue bombero en su juventud) y detrás, como una guardia de honor, iban los autos de la Asociación de Vehículos Antiguos (AVAC). Participaron su presidente, Héctor Frecino, junto a los socios Carlos Iriarte, Eduardo Gallardo, Pocho Méndez, Jorge Gilardo, Beto Rivas, Pablo Marchesotti, Jun Da Silva, Raúl Crosta, Diego Apesteguía, Alfredo Sagardía y Alberto López, entre otros.
Tras recorrer la calle Rivadavia la caravana dobló en Hipólito Yrigoyen para pasar frente al taller mecánico que Nesprías inauguró en 1980. Allí afianzó gran parte de su trayectoria como chapista, mecánico y armador de vehículos. Muchos vecinos del barrio se ubicaron sobre la vereda para rendirle un último tributo.
El padre Ulises Nicolea, párroco de Uribelarrea, fue el encargado del responso en el cementerio municipal.
“NO LE CABÍA EL CORAZÓN EN EL CUERPO”
En representación de la Asociación de Corredores de Turismo de Carretera (ACTC) se acercaron Rubén Gil Bicella y Luis Miraldi.
“En nombre de ´Los Inmortales del TC´ nuestro más sentido pésame a toda su familia. Dios bendiga a un gran señor del automovilismo con quien compartimos miles de anécdotas, un fierrero de ley que aceleraba con los dos pies” fue uno de los tantos mensajes publicados en la página oficial de la ACTC.
Entre los ex pilotos que compartieron las pistas con el cañuelense estuvieron Guillermo Del Barrio y Julio Colabello. Este último, muy dolido por la muerte de su amigo, compartió unas palabras con InfoCañuelas.
“Nos conocemos hace cuarenta años pero cuando corríamos era un ´hola y chau´, cada uno sabía lo que tenía que hacer, eran tres o cuatro días en los que vivíamos compenetrados con el trabajo del circuito. Arriba del auto era bravísimo, nos hemos pegado más de un raspón, pero abajo del auto era un tipazo” lo describió Colabello.
El piloto, contemporáneo de Nesprías, se radicó en Cañuelas hace una década y a partir de ese momento la amistad que ya existía se transformó en un trato mucho más cercano, con frecuentes charlas sobre la pasión que los unía.
“He llegado a tener mucho afecto por él. Así como era de grandote, no le cabía el corazón en el cuerpo. Era un tipo fantástico, que ayudaba mucho a la gente y a los que él quería, los quería de verdad. En la sociedad de hoy esas cosas ya no se ven”.
Con la colaboración de Jorge Meji, Héctor Frecino, Hugo Méndez y Alejandra Pescio.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas