En la madrugada de este miércoles 11 de octubre la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado la creación de la Universidad Nacional de la Cuenca del Salado, con sede en Cañuelas.
El proyecto -impulsado originalmente por Gustavo Arrieta en 2015 y reingresado en los últimos días por la diputada María Rosa Martínez del Frente de Todos Buenos Aires- fue aprobado por 150 votos contra 82.
Situada en Cañuelas, la nueva casa abarcaría varios distritos de la región, entre ellos Lobos, San Miguel del Monte, Chascomús, General Paz, Navarro, General Alvear, General Belgrano, La Flores, Roque Pérez, Saladillo y Veinticinco de Mayo.
De acuerdo al proyecto preliminar, se especializaría en carreras relacionadas con la Veterinaria, Ciencias Agrarias, Ingeniería en Alimentos, y todas aquellas ingenierías y licenciaturas que se articulen con la demanda de los parques industriales ubicados en la zona.
El mismo pliego ya fue aprobado en Diputados el 4 de noviembre de 2015 por 129 votos afirmativos del FpV y 1 abstención, pero luego se cayó por falta de tratamiento en el Senado.
Al abrir el debate, la presidenta de la comisión de Educación, Blanca Osuna, señaló: “Hemos escuchado en este mismo recinto que las universidades son centros de adoctrinamiento. La verdad que si hoy hubo en algún momento de la Argentina voluntad de que las instituciones educativas sean centros de adoctrinamiento, fueron justamente en períodos no democráticos. Claramente la última dictadura cívico militar eclesiástica ubicó ahí, en el sistema educativo una vía como para actuar, operar sobre los jóvenes y sobre la sociedad”.
"Estas universidades que se han creado en estas últimas décadas, lo que sí muestran es un despliegue territorial importante y un vínculo original, fuerte y comprometido con los lugares donde efectivamente están asentados”, agregó.
Maximiliano Ferraro, diputado de Juntos por el Cambio, explicó su voto en contra: “En otro contexto nos hubiera encantado poder acompañar la creación de universidades, pero debe ser con una planificación virtuosa, cosa que no se tuvo. Desde el 2018 no conocemos las áreas de vacancia, cuáles son las carreras estratégicas, más allá de algunas puntuales, que necesitamos para ciertas regiones de nuestro país. Yo no estoy dispuesto a seguir contribuyendo a este gran simulacro desde el punto de vista educativo”, argumentó.
A su vez, el diputado del Frente de Todos Leopoldo Moreau aseguró que "las falencias de la situación educativa no se van a superar restringiendo la oferta; no se puede mostrar solo una de las caras; necesitamos fomentar el pensamiento crítico para formar ciudadanos y fortalecer una Argentina soberana”, opinó.
En tanto, el diputado de Evolución Radical Emiliano Yacobitti manifestó su voluntad de “desmitificar eso de que se crean universidades a las cuales no acceden los que lo necesitan. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, en el caso de la Universidad de Buenos Aires, casi el 60% de los ingresantes, y les aseguro que son muchos, son hijos de primera generación de profesionales, quiere decir que ni su papá ni su mamá son profesionales y ellos tienen la ilusión de ser profesionales porque existe un sistema de educación pública", explicó.
En la misma asamblea fueron aprobadas las universidades de Saladillo, en la provincia de Buenos Aires, impulsada por Yacobitti, de Evolución Radical (158 contra 72 votos y una abstención) y Juan Laurentino Ortiz, en Entre Ríos (128 adhesiones contra 90 votos y 12 abstenciones).
El tratamiento fue en el marco de una sesión especial en la cual se trataron un paquete de iniciativas económicas y sociales.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas