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Etchebehere, a noventa años de su nacimiento

Un 18 de junio de 1917 nacía el gran poeta cañuelense. InfoCañuelas te ofrece una completa biografía escrita por Juan Manuel Rizzi.

Etchebehere y la sencilla placa que lo recuerda en el cementerio municipal de Cañuelas. Archivo InfoCañuelas.

Guillermo Esteban Etchebehere nació en Cañuelas el 18 de junio de 1917. Cursó y finalizó sus estudios primarios en la Escuela Nº 1. A los 9 años perdió a su padre, por lo que tuvo que empezar a trabajar para ayudar en su casa. En sus horarios de trabajo como peón comenzó a escribir, sobre los mismos papeles de los rematadores de almacén, en exacta similitud con Sarmiento.
La presentación en el pueblo de un payador, Martín Castro, impresionó vivamente su sensibilidad, y marcó de algún modo su gusto por la poesía y las canciones populares.
El niño, que se escondía detrás de los cajones de cerveza para escuchar esas versadas "no aptas para menores", ya pulía sus primeros trabajos, pero por timidez escapaba a recitarlos en voz alta a calles desiertas; acontecimiento que también parece haberlo marcarlo: apretada y concisa como fue su obra, Etchebehere tenía el don de recordar sus poemas de memoria.
Carlos Vega, quizá el primer poeta genuino que diera Cañuelas, siendo veinte años mayor influyó en sus inicios. Le dio la recomendación -que aceptaría- de suprimir la E inicial de Esteban de su firma: "De aquí a que llegues a ser famoso, los críticos, periodistas y quienes te citen, no recordarán la inicial de tu segundo nombre"  le aconsejó el musicólogo.
El literato que fuera Vega en sus principios, y el material de la Biblioteca Sarmiento local se encargaron de llenar los baches en su formación. Estas circunstancias no pudieron evitar su partida. Cerca de sus 20 años emigró a Capital Federal. Por intermedio de una maestra, que ya admiraba su poesía, ingresó a trabajar en la empresa Bunge Born; actividad que desarrolló hasta el día de su muerte.

Grupo de intelectuales
En los años ´40 formó parte del importante grupo de jóvenes intelectuales Lilulí, junto con otros que luego lograrían destacarse en distintas expresiones de la cultura: Carlos Gorostiza (actor y dramaturgo), Luis Iglesias (pedagogo y maestro rural) Floreal Mazía (traductor plurilingüe), José Oscar Arverás (poeta y novelista) Pedro Asquini (actor y director de teatro), entre otros.
Palabras de Gorostiza definen la circunstancia y las intenciones de la formación: "¿Qué nos unía en el grupo?, parcialmente la necesidad de la poesía y la literatura, y por otro lado, formando un total, la parte política. No cabía otra alternativa ". Ante la variedad y el talento de los integrantes José Sebastián Tallon se mostró sorprendido: "¿Cómo se encontraron ustedes?" les preguntó en una de las tantas reuniones que tenían en el café Querandí. 
El Grupo Lilulí rondaba el ambiente del Teatro La Máscara, donde Gorostiza se inició como actor, con los vales vendidos para las funciones lograron propulsar la publicación de "Cuadernillos de poesía y prosa"; Jornada del hombre de Etchebehere fue el primero de esta serie. Cerraron las publicaciones en el décimo, con el poemario "Nueve cantos" de José Pedroni. El grupo decidió separarse en el año `45. 

Definiciones y cercanías      
"Cuando me interesaron los poemas de Etchebehere, no paré hasta conocer al hombre, y sólo así confirmé que no estaba equivocado, pues el poeta y su poesía eran idénticos"  escribió Roberto Ledesma en julio del `47 en el diario "El Mundo" en un artículo sobre el poeta. A este mismo escritor y periodista se le encargó para la biblioteca del Sesquicentenario "una geografía argentina vista por los poetas", y en el capítulo dedicado a la llanura pampeana junto a Hernández, Lugones, Güiraldes, Pedroni y Martinez Estrada, incluyó a Etchebehere. Algo fundamental para entender en qué lugar ubicar su obra: Etchebehere es llanura y pampa, lo telúrico como experiencia es un núcleo esencial en su poética. Por eso la definición de Carlos Gorostiza, "un lírico apegado a la tierra".
Según Luis Iglesias, amigo y compañero de Lilulí, los dos poetas más cercanos a su obra son el español Miguel Hernández y José Pedroni. Era amante de todos los poetas de la república española y defensor de esa causa.
Aunque fue muy lector de Álvaro Yunque en su juventud, no puede ubicárselo como un continuador de uno de los dos grupos literarios característicos de décadas anteriores: el de Boedo, símbolo de los barrios bajos y las luchas sociales. En el `48 Etchebehere recibió el premio Municipal Ciudad de Buenos Aires de manos de Leopoldo Marechal, escritor renombrado y cabeza visible del Grupo Florida, que representaba la literatura del centro y de vanguardia. Diremos entonces, que era un escritor que venía de "Boedo" y estaba entrando en "Florida"; y también que su obra en conjunto no nos permite arriesgar una inclinación en la dicotomía.
Al irse joven de Cañuelas, hay una evocación constante al paisaje y a la gente simple del lugar. Escribía mucho en soneto, del que tenía un gran manejo, pero lograba ritmos particulares como Génesis, incluido en su último libro La Lumbre permanente. En esta última publicación utilizó en seis poemas el recurso de la décima, dando forma a algunas de las cumbres de toda su producción. De estos trabajos Atahualpa Yupanqui sacaría estrofas para dos milongas: "La Mano de mi rumor" y "Memoria para el olvido" grabadas en 1980 en el disco "El Canto del viento". Los poemas utilizados en concreto son tres: "La Mano de mi rumor", "Memoria para el olvido" y "La Gente con su esperanza".
Una figura clave en su vida fue José Sebastián Tallon. El precursor la literatura infantil en Argentina según María Elena Walsh, lo descubrió en los tiempos del "Grupo Lilulí" y quedó deslumbrado por su poesía. También vaticinó a La Semilla del Viento como el mejor libro de Capital Federal, asegurándole que no había ninguna otra edición que podía competir con ésta en ese momento. Por otra parte, Etchebehere llevaba una vida ordenada por su trabajo, y Tallon lo ayudaría a completar su formación en el mundo de los libros.

La generación del 40
Por edad formó parte de la numerosa promoción o generación del 40. Cuyo  rasgo original era el estar formada en gran parte por poetas y músicos del interior del país. Por temas, espíritu y lecturas, Etchebehere entraría en el subgrupo neoromántico, así llamado por la generación romántica española del 27 (García Lorca, Salinas, Alberti, Cernuda; Neruda y Vallejo en América).
La crítica general que se le efectuó a la generación argentina fue el ahistoricismo y la de refugiarse en un mundo subjetivo, en temas propios de la lírica:(el amor, el recuerdo de la primera infancia y la muerte personal); en una época cruzada por eventos como la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
Sin lugar a dudas, estos temas aparecen en la poesía de Etchebehere, pero diremos también que por su tratamiento de la muerte, único, casi existencialista -volviéndola argumento universal- y por la inclusión desde el lenguaje de la problemática social que por originalidad, su obra, es suficiente para afrontar las críticas y mantener la ilusión -en él y sus mejores poetas- de la existencia de la generación del 40.

PUBLICACIONES. Todas en Buenos Aires.
-Pulso de la Tierra 1940 (reunión de sus primeros poemas desde 1937)
-Jornada del Hombre 1943 (por Cuadernillos Lilulí)
-La Semilla del viento1947 (Faja de honor en SADE y Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires 1948)
-La Lumbre Permanente 1956 (con una ilustración de Juan Carlos Castagnino).

Algunas antologías importantes de las que formó parte: Poetas Sociales de la Argentina (1810-1943) 1943 (recopilación de Álvaro Yunque) Poesía argentina (1940-1949) 1949 (primera antología de los poetas del 40, recopilación de David Martínez). También colaboró en las siguientes revistas: Conducta(revista madura de izquierda dirigida por Leonidas Barletta, donde supieron colaborar Ernesto Sábato y los hermanos González Tuñón), Argentina Libre, Laurel y El 40, comandada por León Benarós y César Fernández Moreno, resultado de una revisión de la generación en la década siguiente.

Guillermo Etchebehere murió en Capital Federal el 2 de junio de 1978, al salir de la clínica luego de un chequeo y con el alta del médico. Desde el año 2000 un barrio de Cañuelas lleva su nombre, gracias al incansable trabajo del Rancho Cultural Los Uncalitos.

Principales fuentes consultadas: entrevistas a Carlos Gorostiza y Luis Iglesias, aparecidas en el semanario local La información. Conferencia de Luis Iglesias en la Biblioteca Sarmiento de Cañuelas, junio de 1979. Recortes de los diarios El Mundo, Noticias Gráficas y La Nación, décadas del 40 y 50. Bibliografía específica sobre la generación del 40.

Escrito por: Juan Manuel Rizzi