“Apoyó el hueco de su concha en la punta de la mía y empezó a moverse adelante y atrás”. “Sacó su pija por encima del boxer y me la acercó a la boca”. Estas frases son una pequeña muestra del libro Cometierra de Dolores Reyes que el Gobierno bonaerense distribuyó en las escuelas secundarias de la Provincia en el marco del programa de Educación Sexual Integral (ESI).
Muchos padres y actores de la oposición reaccionaron con indignación ante lo que consideran que es un texto meramente pornográfico que no aporta absolutamente nada al programa ESI, cuyos ejes son cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la equidad de género y respetar la diversidad. Por lo tanto, sostienen los críticos, es un grosero error de la Provincia haber seleccionado ese libro como material de estudio para los alumnos.
En ese contexto, el concejal Darío Morena (PRO santillista) presentó un proyecto de repudio que fue acompañado por la UCR, el PRO bullrichista y La Libertad Avanza. Unión por la Patria, en cambio, propuso que el tema pasara a comisión “para consultar a especialistas” quienes opinarán si libro es repudiable o no. Tras un empate de 9 a 9 tuvo que desempatar el presidente del Concejo, Maximiliano Mazzanti, que por supuesto optó por patear el tema hacia adelante girándolo a la Comisión de Educación.
Antes de la votación se produjo un intenso ida y vuelta en el que no faltaron chicanas y hasta alguna idea hilarante del concejal vecinalista Pablo Olveira. Incluso su compañero de bancada Juan Bautista Augusto sugirió extender el repudio a otros títulos de similar tenor como Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara, una reescritura del Martín Fierro en clave transgénero.
Morena arrancó el debate pidiéndole disculpas al presidente legislativo Guillermo Proh por haberlo obligado a leer fragmentos del libro con situaciones de sexo explícito. “Da pudor, vergüenza e incomodidad escuchar esos fragmentos entre adultos en este ámbito. Imagínense la situación de la docente leyendo esto ante los alumnos. Es muy bizarro”.
La concejal Claudia Pelereteguy (UCR),quien además es docente jubilada, dijo que lo único que el gobierno de la Provincia ha logrado con la distribución de Cometierra es desvirtuar todos los aspectos positivos de la ESI, que la ciudadanía comience a ver con malos ojos un programa que ha sido muy útil, por ejemplo, para detectar situaciones de abuso.
El presidente de la bancada radical, Leonardo Iturmendi, consideró que ya mismo se debería ordenar a los directivos de escuelas e inspectores el retiro de ese material bibliográfico.
Margarita Puentes, de Unión por la Patria (también educadora), señaló que Cometierra “tiene un vocabulario totalmente habitual entre los pibes. Hay que normalizar cosas sin escandalizarnos” y dio a entender que Pelereteguy tenía una visión antigua y pacata de la educación. “Hay que aggionarse”, ironizó.
La concejal y docente Emma Corbalán (UCR) recogió el guante y salió en defensa de Pelereteguy: “Chupar una pija no está mal, pero no es algo que la escuela tenga que enseñar”.
Juan Ángel Cruz tomó el micrófono en dos o tres oportunidades para pedir que el proyecto de Morena pasara a comisión con el propósito de convocar a algún especialista y criticó a los bloques opositores por su “doble vara”. Dijo que no se escandalizaron de la misma manera cuando el presidente Javier Milei habló de “niños envaselinados”.
Natalia Blasco (PRO bullrichista) dijo que le parecía bien que los adolescentes tomen la palabra e indaguen sobre sexo, pero que el Estado debe guardar su lugar, sin inducir. “La literatura pornográfica existe, ¿pero es el Estado el que tiene que proveérsela a chicos y adolescentes? Yo creo que no”.
“Pasar el tema a comisión, como quiere el oficialismo, es no querer reconocer que el libro es chabacano, escandaloso y burdo por donde se lo mire. No queda mal estar en desacuerdo con el color político al que uno pertenece. No sientan vergüenza de decir que es escandaloso” chuceó Pablo Olveira mirando hacia el bloque de UP; y luego lanzó una propuesta jocosa: convocar a la Cicciolina (seudónimo de Elena Staller, actriz porno húngara que llegó a ser diputada del parlamento italiano) para que, vía zoom, asesore a los concejales sobre si es conveniente o no repudiar el libro.
El comentario más conciso y atinado de la noche fue el del radical Cristian Pérez Armari, quien en referencia a la distribución de Cometierra en las escuelas se preguntó: “¿Con qué necesidad?”.
Durante la semana InfoCañuelas le preguntó en dos oportunidades a la inspectora Jefe Distrital Silvia Dickie si Cometierra había llegado a las escuelas de Cañuelas y si había dado alguna directiva para retirarlo o mantenerlo como material de estudio. La funcionaria no respondió.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas