La maximopaceña Gabriela Romanello se convirtió el pasado 22 de agosto en la primera abogada trans de Cañuelas tras recibir el diploma emitido por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Si bien Romanello culminó la carrera de abogacía el 15 de noviembre del 2023, la fiesta de colación de grado se pospuso hasta el último agosto. Con 59 años, la cañuelense realizó la licenciatura en cinco años cuando la norma indica que la misma se puede desarrollar en seis. Además, es la primera mujer del colectivo trans en recibirse en la mencionada casa de altos estudios.
“Era algo pendiente que tenía hace muchos años. Toda mi vida quise dedicarme a esta profesión pero como estaban las cosas y la sociedad, era imposible. Traté de inscribirme en la universidad varias veces y era imposible porque mi identidad de género no coincidía con mi DNI” expresó la flamante abogada a InfoCañuelas.
“En el 2012, con la implementación de la Ley de Identidad de Género, tampoco tuve respuesta. En 2015 hice el cambio del DNI pero llevó mucho tiempo porque mi partida de nacimiento estaba en Córdoba; el trámite me llevo dos años”, completó.
“Luego, en 2017, vino la operación para la reasignación de sexo, ese mismo año empiezo a trabajar en la municipalidad de Cañuelas y pude tener disponibilidad horaria para intentar hacer la carrera”.
Tras este proceso de varios años, con la documentación correspondiente y el tiempo disponible, Romanello logró inscribirse en la facultad en el 2018 para comenzar la carrera en 2019. Fue la primera mujer trans en hacerlo.
“En un principio no había mucha reacción, cuando estaba por cuarto año empezó a estudiar Lizi Tagliani; hasta ese momento era la única. No sentí mucha discriminación, siempre hay alguna mirada pero no le di importancia. Cuando los profesores empezaron a ver mi desarrollo académico, tampoco había diferencia y era una alumna más”, relató Gabriela.
“En el trayecto de la carrera con compañeros, docentes y no docentes se formó un buen vínculo. Muchos se quedan con esa imagen que en un momento dejaba la televisión: que por ser una mujer trans, una está destinada a la prostitución y orillando con la delincuencia. En ese sentido, le pude cambiar la mirada a mucha gente”.
“No hay que bajar los brazos hasta lograr lo que uno pretende. Me hice un grupo muy unido en donde me integraron como una más, sin discriminación. Lo que eran compañeras, ahora son amigas”, culminó.
El próximo desafío de Romanello será ejercer como abogada particular y, por ello, afirmó que dejará su cargo como auxiliar del poder judicial en febrero del año que viene.
HISTORIA DE VIDA
Gabriela Romanello nació y se crió en Córdoba; vivió allí hasta los 35 años. Por cuestiones laborales llegó a Buenos Aires hace 25 años y está radicada en Máximo Paz hace 18.
Desde corta edad descubrió su verdadero sexo pero recién lo reveló a un grupo muy pequeño a los 13 años; eran tiempos de dictadura y de una sociedad muy cerrada por lo que no demostraba su sexualidad en público. Recién a los 18 se animó a revelarse.
La consecuencia fue la crítica y el rechazo de su familia, de la que terminó alejándose. Luego de muchos años recuperó parte de ese vínculo.
Siempre trató de alejarse del estereotipo de que una mujer trans tiene como único medio de vida la prostitución –aún lucha contra este prejuicio–; así trabajó como empleada de comercio, mecánica de autos y camiones y otros trabajos en relación de dependencia.
Con interrupciones, comenzó su militancia en la comunidad trans en 1987 al formar parte de la Comunidad Homosexual Argentina.
Ya militando en Cañuelas, en octubre del 2017 ingresó a trabajar como administrativa en el hospital Ángel Marzzetti gracias a la Ley de Cupo laboral Trans.
En 2019 realizó una pasantía en el poder judicial de Lomas de Zamora y en julio de 2022 asumió formalmente como Auxiliar Tercera del Tribunal de Trabajo N°5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Escrito por: Marcelo Romero