22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Santa María: habló la mamá de la segunda alumna

Dijo que el sacerdote abrazaba a su hija en exceso, que la sacaba del aula y que le tocó las piernas. La menor ratificó el relato en la Fiscalía General de La Plata y en breve declararía en Cámara Gesell. Escuchá el audio.

La sala de video, donde eran llevadas las estudiantes.

La sala de video, donde eran llevadas las estudiantes.

Luego del impactante relato de Patricia, la mamá de la primera alumna que denunció al padre Carlos por abuso sexual, hoy habló Vanesa, madre de la segunda estudiante que acusó al sacerdote catequista.

Si bien lo que habría ocurrido con la segunda víctima no alcanza las dimensiones del primer caso, los dos relatos son coincidentes. Ambas afirman que el cura solía sacarlas del aula para reunirse con ellas a solas en la sala de video; que las abrazaba por un tiempo ”demasiado prolongado”; que les hablaba muy cerca del oído y que tenía actitudes de excesivo cariño, lo que generaba el rechazo de las adolescentes.

“En una ocasión (en agosto) la sacó del aula, la llevó a la sala de video, le hablaba, le mirada constantemente las piernas… la boca… le hablaba muy de cerca. En un momento llegó a apoyarle una mano en las rodillas y quiso deslizar la mano. Mi hija se asustó, le sacó la mano, le dijo que se tenía que ir y se fue”.

El contacto del sacerdote con la hija de Vanesa comenzó en una oportunidad en que tenía los ojos llorosos luego de una fuerte discusión con una compañera. “El se acercó y le preguntó si se sentía bien; si le pasaba algo. Y entones ella le contó lo que le había pasado. Ahí la abrazó con un abrazo que no era el de alguien que te contiene”.

La estudiante del Santa María, de 16 años, decidió contarle a su madre la experiencia que vivió con el cura cuando el tema trascendió en los medios de comunicación. Le contó además que otras chicas del colegio pasaron por la misma situación pero que “no dicen nada por vergüenza”.

A diferencia de Patricia, quien asegura que quisieron callarla con el otorgamiento de beneficios, Vanesa no recibió ninguna insinuación de esas características. Habló con los directivos y les recriminó que el sacerdote tuviera autorización para estar a solas con las estudiantes. “Es algo normal, nosotros no podemos intervenir, es como una confesión”, se excusó el director y Representante Legal Mario Mansilla, tras lo que se labró un acta de lo relatado por la señora.

En los próximos días la chica sería sometida a una declaración en Cámara Gesell, trámite ya solicitado por el fiscal Lisandro Damonte y pendiente de aprobación por parte del juez de Garantías Martín Miguel Rizzo.

Escrito por: Redacción InfoCañuelas