Hoy se cumplen 40 años del retorno de la democracia a la Argentina tras el golpe de 1976. En las elecciones celebradas el 30 de octubre de 1983 el Dr. Raúl Alfonsín fue consagrado presidente; Alejandro Armendáriz gobernador; y Jorge Claudio Domínguez intendente municipal.
En Cañuelas se postularon cinco candidatos, algunos muy jóvenes: Domínguez (39) por la UCR; Saúl Castro (43 años) por el PJ; Heriberto Urbisaia (49) por la Unión Vecinal); Raúl Pelorosso (28) por la Democracia Cristiana; Herminia Arhía de Durante (60) por el Partido Intransigente.
El Partido Justicialista se veía como ganador, tanto es así que organizó un multitudinario asado en la cancha Cañuelas. La presencia de más de 50 asadores da una magnitud de la masividad que tuvo aquel encuentro, en el que no faltaron sorteos de electrodomésticos. Los principales oradores fueron el presidente de partido, Roberto Taberna, y el candidato Saúl Castro. También estaba programada la visita del candidato a gobernador, Herminio Iglesias, pero a último momento no pudo concurrir por problemas de agenda.
Beneficiada por el arrastre de Alfonsín, la UCR se impuso de manera sorpresiva por 8.252 votos contra 5.235 del Partido Justicialista. La Unión Vecinal obtuvo 739, la Democracia Cristiana 173, el Partido Intransigente 114 y el Partido Comunista 90.
Por primera vez en treinta años un intendente radical volvía a tomar las riendas del municipio. El último había sido Ángel Marzetti en 1963.
Por la UCR ingresaron nueve concejales: Héctor Rivarola, Susana Frasseren, Julio Del Valle, Mario Morhain, Armando Luzzi, Juan Carlos Vicente, Hugo Perfumo, Saúl de los Santos y Juan A. Luna. Por el Partido Justicialista accedieron cinco ediles: Rafael Rouco, María Julia Banegas de De Armas, Carlos A. Molina, José Norberto Porte Petit y Miguel Ángel Petre. Asimismo, Hugo González fue electo como senador provincial.
El futuro vice Víctor Martínez. Campaña en Cañuelas.
¿Pero quién era Domínguez? Había ingresado a la comuna como contratado en 1963. Tres años más tarde, tras la renuncia del contador Heriberto Urbisaia, rindió un examen en el Tribunal de Cuentas y ascendió como titular del área de Contaduría, donde se mantuvo hasta 1974. Si bien tenía una excelente relación con el intendente Justicialista Carlos Durante, fue expulsado en diciembre de ese año tras una ordenanza votada por el Concejo Deliberante. Entonces comenzó a trabajar en el estudio contable de Urbisaia. A mediados de 1973 se había implementado el IVA por lo que había muchísimo trabajo por delante.
El flamante intendente radical representaba a los sectores renovadores del radicalismo cañuelense (Renovación y Cambio), línea en la que militaban Susana Frasseren, Julio Del Valle, Hugo Blasco, Néstor Gabrielo, Sergio Nucifora, Ezequiel Rizzi y Guillermo Pérez entre muchos otros. Cuando se acercaba la interna no tenían un candidato definido: se barajaba la posibilidad de que fueran Tito Penna o Pacho Conforti, pero ninguno terminó de convencerlos porque no tenían la juventud que el espacio propugnaba.
“Domínguez no tenía condiciones políticas. Era conocido, buen tipo, pero no era un político. Siempre trabajó como mano derecha de Urbisaia en su estudio de contador y eso lo fue haciendo conocido en un amplio sector del comercio y las empresas, además solía ayudar a las cooperadoras, pero no era político. Con Julio (Del Valle) lo fuimos a ver para que aceptara ser candidato” rememoró Sergio Nucifora en una charla con InfoCañuelas.
Diciembre de 1982: los jóvenes de la UCR juanto a Casella.
“Era un laburante que empezó repartiendo soda porque su papá había sido sodero. De adolescente tenía la habilidad de meterse una Gillette en la boca y masticarla. Tenía esas locuras, era impredecible” añadió.
Finalmente, con ese precandidato sacado de la galera, Renovación y Cambio le ganó la presidencia del partido por 77 votos a Línea Nacional comandada por dirigentes históricos como Mumi Salé, Reynaldo Puchetta y Miguel Suárez, abriendo la puerta a la candidatura de Jorge “El Potro” Domínguez.
En 2013, en el 30 aniversario de su triunfo, Domínguez brindó una entrevista en la que recordó aquella gesta: “Yo ni siquiera pensaba en ganar la interna, ya que nos enfrentábamos a pesos pesados como Puchetta, Salé y Miguelito Suárez. En el salón de los Planeadores ellos habían preparado un lunch para festejar. Al final terminamos todos juntos comiendo los sándwiches. Y después de la interna gracias a Dios se sumaron todos. Teníamos gente de experiencia y nosotros éramos un grupo de jóvenes con mucha militancia. Me acuerdo que salíamos a la calle y parecíamos evangelistas yendo casa por casa llevando nuestra plataforma. Esa fue justamente la razón por la que decidí participar en la interna: porque eran todos de mi generación”.
Domínguez con Armendáriz y dirigentes locales.
El “experimento” de postular a Domínguez tuvo un buen resultado electoral, pero su carácter irascible terminó destruyéndolo. El 11 de abril de 1990 asesinó de cinco disparos por la espalda a su amante Carmen Rodríguez en su panadería de la calle Lara 340, frente al estudio contable en el que trabajaba. El Partido Justicialista no se aprovechó de esa tragedia y acompañó a la UCR para que pudiera reacomodarse y continuar en el gobierno local con Ezequiel Rizzi como intendente interino.
“Una de las características de Domínguez –rememoró Nucifora– era su tremendo afán de hacer cosas. Renegaba de la política, decía que le hacía perder tiempo en la toma de decisiones. Uno intentaba hacerle entender que la política era consturir consensos pero tenía un ímpetu que a veces era irrefrenable. Su carácrter lo llevó por otro camino. Hubo señales de alarma que no supimos o no quisimos ver a tiempo. Cuando tenía esos arranques violentos en lugar de ayudarlo muchos amigos lo festejaban diciéndole ´por fin tenemos un intendente con pelotas´ “.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether