Un Estado municipal ausente es la síntesis de la problemática que afecta a vecinos del barrio San Eduardo de Máximo Paz, que sufren hace años la falta de mantenimiento de desagües, zanjas y calles.
Además de generar inundaciones, las últimas lluvias revelaron la carencia de tareas mínimas y sencillas en la zona. Al abandono, se suma el nulo control comunal sobre obras particulares; estos factores provocaron la crisis en infraestructura que actualmente perjudica la vida diaria.
Salir a trabajar, comprar, ir al colegio se vuelve una odisea al intentar esquivar el lodo formado en la mayoría de las calles de tierra.
Para dirigirse en auto hasta algún precario asfalto no quedan salidas decentes y cada calzada puede convertirse en una trampa. Menos suerte tienen los que caminan, que terminan patinando en el barro con los calzados sucios y dando mil vueltas para encontrar el mejor escape.
La sequía de la temporada otoño-invierno de los últimos dos años ayudó a “esconder” la desidia municipal, pero con la vuelta de las lluvias la realidad se tornó invivible.
Ante la compleja problemática, los vecinos comenzaron a juntarse y a reclamar soluciones. Semanas atrás, varios se acercaron hasta la delegación municipal de Máximo Paz, a cargo de Raúl Salvatierra, para pedir mejoras.
La respuesta fue realizar “parches” a las apuradas y empeorar el problema al arrojar en las calles cascote con tierra. Casualmente, en medio de los reclamos, el delegado Salvatierra se tomó unos días de descanso por lo que fue reemplazado por el coordinador de delegaciones Ángel Colamarino –otro vecino maximopaceño– pero ninguno pudo dar soluciones a los requerimientos que desde hace tiempo acumula el Ejecutivo municipal a cargo de la intendente Marisa Fassi.
Por su parte, los vecinos continúan con reclamos básicos: limpieza de los desagües principales, colocación de tubos en cruces de calles, zanjeos, controlar los tubos utilizados en entradas de viviendas, y mejorado y emparejamiento de calles.
Escrito por: Marcelo Romero