Silvia Holek es insulinodependiente y vive un martirio que ya lleva más de cuatro años. En 2016 su médica diabetóloga le indicó una insulina específica que IOMA se niega a proveer. A cambio de esa droga pretende darle otras que se encuentran dentro de la cartilla pero que no le hacen efecto.
Cansada de recibir el sello de "trámite denegado", acaba de entrevistarse con un abogado que prepara un amparo judicial. "Soy jubilada docente y me parece totalmente injusto tener que gastar lo poco que gano en abogados para reclamar algo que por derecho me corresponde, pero ya no tengo otra alternativa. La droga cuesta 20 mil pesos para 40 días, es un dinero que no está a mi alcance".
Docente jubilada, de 53 años, Holek explicó a InfoCañuelas que la diabetes se le disparó en 2011. Empezó con comprimidos (Metformina) pero los resultados no fueron satisfactorios. Su médica diabetóloga María Luisa Martello, de la ciudad de San Miguel del Monte, pasó a tratarla con NPH y luego con Levemir, pero tampoco tuvieron el efecto deseado. "Pasaba de la hipoglucemia a la hiperglucemia, sin poder estabilizar los niveles hasta que la médica probó con Degludec, que sí me hizo efecto", sostiene Silvia.
"Cuando empecé a pedir Degludec, IOMA me la empezó a negar diciendo que antes tendría que haber probado con otras drogas. Aparentemente el Degludec es una droga más cara que no está en el vademécum. Presenté un montón de notas explicando que durante casi un año me dieron NPH y Levemir que retiraba en la farmacia Sicuto de Máximo Paz, la única que tenía ese convenio con IOMA, pero no hay caso. Siguen diciendo que debo usar las drogas que están en la cartilla y que ellos no tienen registro de que me dieron otra medicación antes".
¿Cómo logró Silvia conseguir el Degludec durante estos más de cuatro años? "Mi doctora cada tanto me consigue algunas muestras. También tengo conocidos que son afiliados de PAMI y cuando les sobra alguna dosis, me la dan. El otro día falleció un afiliado de PAMI y sus hijos me dieron las cajas de Degludec que le habían sobrado. He llegado a usar drogas vencidas o con la cadena de frío cortada, porque no estoy en condiciones de pagar 20 mil pesos para comprarla".
Si bien Silvia reconoce que el personal de IOMA Cañuelas a cargo de Soledad Basavilbaso siempre la escucha y recibe sus notas de pedido, la realidad es que no le resuelven el problema.
"Se guían por el trámite rechazado que mandan de La Plata. El médico auditor de Cañuelas tampoco hace nada porque se basa en lo que le dicen. La última vez ya ni siquiera analizaron mi nuevo pedido; lo rechazaron argumentando que ya había sido rechazado antes. Lo que más lamento es que están dudando de mi palabra e incluso han amenazado con hacerle una auditoría a mi médica por recetar una droga que no está en la cartilla cuando ella no lo hace por capricho, sino porque las otras drogas no me hicieron efecto".
Ante este cuadro de situación Holek ya tiene decidido avanzar con un amparo judicial.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas