La dirigente de Máximo Paz Marta Ferraro confirmó que el barrio del km. 71 de la Ruta 205 “es un proyecto del Estado Nacional”; que fue iniciativa de Juan Grabois con el apoyo del Papa Francisco; y que se llamará “Juan XXIII” en honor al pontífice impulsor del Concilio Vaticano II (aunque también podría leerse como una alusión a la precandidatura presidencial del rival de Sergio Massa).
En declaraciones a la FM de Máximo Paz Ferraro confirmó todo lo publicado por InfoCañuelas en las últimas semanas aunque criticó a los “estúpidos que hablan por las redes” y pidió que la oposición “se informe antes de abrir la bocota”.
“Ya compramos las 38 hectáreas” dijo en otro pasaje aunque reconoció que las obras están momentáneamente suspendidas. “No estamos trabajando porque la Municipalidad puso una carta documento. Ahora estamos en una mesa de negociación”.
Si bien la Municipalidad y la oposición objetaron el proyecto porque la tierra adquirida con un subsidio de 749 millones otorgado por el Gobierno Nacional se encuentra en zona rural no apta para loteos, Ferraro en ningún momento dio señales de que el proyecto se abortará. Todo lo contrario, dijo que ya obtuvieron la prefactibilidad del gobierno Provincial para tener escuela primaria, una escuela secundaria y un jardín de infantes dentro del barrio y que además consiguieron la prefactibilidad del impacto ambiental y la autorización del ADA (Autoridad del Agua).
“Hemos hecho mucha tarea. Un concejal dijo que esto es inundable, pero a partir de las obras que hemos hecho ya no se inunda”, indicó.
Hay que tener en cuenta que hasta hace unos pocos días Ferraro era subsecretaria de Hábitat de la Municipalidad de Cañuelas y, de acuerdo a su propio relato, llevó adelante todo este megaproyecto siendo funcionaria, aparentemente sin el conocimiento del Gobierno Municipal. Sumamente extraño.
Entrevistada por Esculapio Zarrasqueta, señaló que el Juan XXIII se configurará como un barrio cerrado, con reglas de convivencia al estilo de las comunidades impulsadas por la Iglesia Católica en la década del ´60.
Grabois, Ferraro y Ruete en el CIC en 2018.
“No es un proyecto de lotes con servicio sino una comunidad con pertenencia sobre el barrio. Los habitantes van a tener que dar mensualmente dos horas comunitarias”. También reconoció que habrá expensas y que los beneficiarios de los lotes no serán propietarios de la tierra, sino que la recibirán en usufructo de por vida.
Dijo que habrá “agua corriente y biodigestores (para residuos)” y adelantó que los beneficiarios serán “familias de nuestra comunidad, de organizaciones hermanas, gente de luz y fuerza, de Molino Cañuelas (por el sindicato UOMA)”.
Luego de elogiar su tarea en Máximo Paz Zarrasqueta le preguntó: ¿Por qué no te presentás de intendenta? Entre sonrisas Ferraro respondió con una ironía: “Me jubilo en tres años y tomaré otro rumbo; los dirigentes tenemos que saber cuándo irnos”. Tampoco ocultó sus diferencias con el municipio: “Me pongo furiosa contra la hipocresía y la poca acción”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas