La ganadería argentina -y en especial la producción ligada a la raza Holando Argentino- perdió esta semana a una de sus referentes indiscutidas: la señora Zulema Lidia Ibarbia de Porcel, más conocida como “Zuly”, titular de la cabaña Campazú de Vicente Casares.
Nacida en Saladillo y afincada en la ciudad de Buenos Aires, falleció el 16 de septiembre a causa de un ACV. Tenía 83 años y hasta la semana anterior de su deceso se mostró en plena actividad, visitando su establecimiento rural de Cañuelas.
Maestra de profesión y madre de tres hijos, se inició en la ganadería en 1982 junto a su esposo, Néstor “Tito” Porcel. En ese año adquirieron la primera fracción de campo que había pertenecido a la sociedad La Martona. Lo bautizaron “Campazú”, un acrónimo compuesto por el nombre de los integrantes de la familia: Claudio, Andrés, Marcelo, Papá y Zulema.
“Una vez que se iniciaron en la actividad quisieron hacer las cosas bien, de la manera más profesional posible. Entonces buscaron el asesoramiento del Dr. Alejandro Giúdice, médico veterinario y referente genetista a nivel nacional. Con él armaron la primera cabaña buscando mejorar la raza Holando y desarrollar las mejores ubres”, explicó a InfoCañuelas uno de los más estrechos colaboradores de la familia Porcel, Diego Odriozola.
Zulema tenía 83 años. Foto: Jorge Mourglia.
Siempre con el asesoramiento de Giúdice compraron en Canadá cuatro terneras de nivel superior que fueron aplicadas al mejoramiento de la raza. Con el paso de los años implementaron la inseminación artificial y la transferencia de embriones.
En paralelo el establecimiento fue creciendo mediante la adquisición de campos linderos que también habían pertenecido a La Martona. Actualmente Campazú tiene 600 hectáreas con 520 vacas en ordeñe bajo un sistema pastoril con suplementación. Produce alrededor de 15.500 litros diarios que se destinan a La Serenísima. La producción se complementa con otros campos propios en los partidos de Rauch y Tandil.
Desde sus inicios la cabaña se destacó en los concursos ganaderos regionales, primero en Cañuelas y luego en Palermo, donde ganó en once oportunidades el trofeo al mejor criador.
Asimismo, en cuatro oportunidades se adjudicó el premio MAMYZIN a la excelencia en producción de leche de calidad, otorgado por el laboratorio Boehringer Ingelheim.
Encuentro de criadores en Campazú. Foto: ACHA.
En forma unánime las asociaciones de Holando como las publicaciones especializadas despidieron a Zulema con cálidas palabras.
“Hija del famoso médico Asencio J. Ibarbia, junto a Zulema Lidia Thomas. Zuly vivió siempre apegada a su Saladillo natal, conservando sus recuerdos infantiles y sus amistades de maestra. Cualquiera que hable del desarrollo de la raza Holando Argentino tiene que nombrar obligatoriamente a Campazú por el extraordinario aporte realizado por Zuly a través de la cabaña, su personal y sus animales. Ganadores de cientos e importantes premios en las más grandes exposiciones: Palermo, Mercoláctea, Fiesta Nacional del Holando, Rafaela, Cnel. Brandsen y muchas más, tanto en el pedigrí como en el Registro de Crías” describió Jorge Mourglia, de la revista “Nuestro Holando”.
Luego añadió: “Zuly se caracterizó por su amistad, su simpatía y su don de anfitriona. Las tranqueras de Campazú siempre estaban abiertas para cualquier evento que era necesario llevar a cabo por la raza, por la Asociación Criadores de Holando Argentino, cualquier visitante extranjero o cualquiera que necesitaba ver cómo era una buena vaca. Gran estudiosa de sus vacas. Así como gustaba de analizar sus antecedentes, le gustaba recorrer los lotes y ver el estado de las mismas. Será muy difícil de olvidar”.
La oficina de Vicente Casares, atestada de trofeos.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas