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16 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Una jubilada se cayó frente al Hospital Cuenca, se fracturó un hombro y pretendían trasladarla al Marzetti

A regañadientes la atendieron luego de varias horas de reclamos por parte de familiares y un policía que la ayudó tras la caída.

María Santa Ramírez, protagonista de una historia difícil de coprender.

Cuando los médicos se gradúan realizan el juramento hipocrático con la premisa de respetar la vida y la dignidad de los pacientes, prodigarles el mejor cuidado posible y jamás abandonarlos ni hacerles daño. Esta escala de valores a veces parece trastocarse en el Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner de Cañuelas, donde tienen más peso las cuestiones administrativas que el ser humano.

El miércoles de la semana pasada se vivió una secuencia que ni el mejor guionista podría haber imaginado en una película de terror: una juibilada que fue a reclamar un turno que no le daban desde diciembre se cayó cuando se dirigía a tomar el tren. Se resbaló, golpeó de costado contra el suelo y se fracturó un hombro. La guardia del Cuenca estaba a unos pocos metros, pero los buróctratas que atienden la mesa de entradas pretendían trasladarla al Hospital Marzetti, a 5 kilómetros, con el argumento de que en el Mega Hospital “no se atiende a afiliados de PAMI”.

María Santa Ramírez, de 66 años, vecina de Los Aromos, es la atribulada paciente que desde diciembre espera un turno para una biopsia pedida por su médica de cabecera ante la presunción de que padece cáncer. Ante la demora del turno, el miércoles 9 de abril fue sola hasta el Hospital Cuenca para hacer el reclamo. Le dieron mil vueltas, le dijeron que el pedido que había hecho su médica por sistema no servía y que tenía que presentar el expediente en papel. Se fue con las manos vacías.

Mientras caminaba hasta la parada ferroviaria distante 120 metros vio que se aproximaba un tren y aceleró e paso, con tanta mala suerte que resbaló en una baldosón flojo y cayó pesadamente de costado contra el suelo, fracturándose el hombro derecho.

De inmediato la ayudaron un policía y una enfermera de otro hospital que pasaban circunstancialmente por el lugar. El hombre de azul se dirigió a la guardia para pedir una silla de ruedas, una camilla o una ambulancia, pero se las negaron con el argumento de que allí no atendían pacientes de PAMI, que tenía que dirigirse al Marzetti o a su obra social. “Pero ¡por favor! ¿acaso la señora puede elegir delante de qué hospital se va a caer?” ironizó el agente policial ante los vestidos de blanco.

Gloria, la hija de María Santa, habló con InfoCañuelas para brindar detalles de la secuencia que vivieron ese día. “Al final aceptaron darle una silla de ruedas y el policía la llevó al Hospital. Con el correr de los minutos fuimos llegando sus hijas y luego mi papá. Mi mamá se doblaba del dolor y le salía sangre de la nariz, pero no la atendían. Tanto insistimos que al mediodía le dieron un calmante y luego le hicieron una placa. Recién a las 14.30 la vio un traumatólogo. Le dijo que se había quebrado el hombro, que tenía que operarse urgente y colocarse una prótesis porque de lo contrario perdería la movilidad del brazo. De entrada nos aclaró que teníamos que buscar otro lugar porque ellos no operan a pacientes de PAMI. No nos quedó más remedio que irnos. Gritando de dolor mi mamá logró subirse al auto”.

Gloria relata que sin saber qué hacer decidieron llamar a Roberto, uno de los secretarios del Ejecutivo municipal, quien les prometió que se ocuparía del tema. Al parecer ese llamado activó alguna cadena de sensibilidades porque al rato una médica del Cuenca se comunicó con Gloria. “Se disculpó, me dijo que lo que había sucedido nunca tendría que haber ocurrido y me pidió que la lleváramos a las 19 hs. para hacerle estudios. Cuando llegamos, lo primero que hizo el traumatólogo fue retarnos por haber llamado a la Municipalidad. Le hicieron una tomografía pero no la dejaron internada. Nos dijeron que volviéramos al otro día para hacerle una extracción de sangre. Mi mamá no aguantaba el dolor, ¿por qué no le hicieron todo junto?” se pregunta Gloria.

Lo cierto es que ahora la familia -ya preocupada por la patología de base de María- aguarda que PAMI apruebe la prótesis y luego vendrá otra batalla interminable por obtener un turno para operarla en algún lado.

Las fuentes consultadas por InfoCañuelas aseguran que hay un filtro en el Hospital Cuenca que bloquea el ingreso de pacientes de PAMI, a lo que suma la negativa de algunos proveedores a entregar insumos para cirugías.

Fuentes con conocimiento del tema aseguraron a InfoCañuelas que Prima Implantes S. A., la principal proveedora de prótesis e implantes del PAMI, se resiste a entregar material en el Cuenca porque en 2023 un profesional de ese nosocomio les pidió una coima de un millón de pesos al mes para no rechazar cirugías ni pedir marcas específicas. Las autoridades del Hospital prefirieron hacer oídos sordos, mantener al profesional denunciado en su puesto y atribuir la denuncia de la empresa a “un vulgar chusmerío de médicos”, a pesar de que eso derivó en un gravísimo perjuicio para los jubilados.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas