La diseñadora cañuelense María Eugenia Domínguez (26) abrió su local de indumentaria la semana pasada aunque ya va por la tercera colección de su marca "Sálvame de mí".
La joven asegura que una de las características distintivas de su trabajo es que las prendas son de diseño "único". De esta forma las mujeres que lleven su ropa pueden lucir originales y dar cuenta de su personalidad. Pero María Eugenia afirma que no termina allí el encanto de vestirse en "Sálvame de mí". La destinataria de su marca (de cualquier edad) puede jugar, transformarse, ser otra sin dejar de ser ella misma.
Por ahora, y sólo por ahora, sus prendas tienen como destino el mercado local pero muy pronto también jugará su gran apuesta: vender sus productos en todo el país y al por mayor.
Es que María Eugenia no se detiene aún en el contexto de la crisis que parece avecinarse. Tal vez su otra pasión, el patinaje, le haya brindado la tranquilidad y la destreza necesarios para dar pasos firmes y precisos pero sin perder la sonrisa y desplegando belleza a su alrededor.
María Eugenia se recibió como Diseñadora de Indumentaria y Textil en la Universidad de Palermo. Su tesis final fue una colección de indumentaria masculina.
También es patinadora profesional y suma a sus múltiples actividades como diseñadora el dictado de clases de patín a niñas y mujeres (de 4 a 100 años, como reza el cartelito del club San Martín). "Son las dos cosas que voy a hacer eternamente", afirma.
La influencia de su abuela fue fundamental para aprender a volcar sus conocimientos académicos en la creación de sus modelos. Trabajó en fábricas donde aprendió los secretos de la moldería y hasta piensa en estudiar Administración de Empresas para seguir creciendo.
El jueves de la semana pasada estrenó su local -sito en Del Carmen 1129, Cañuelas- en el que se pueden ver las diferentes líneas que componen su colección. La línea metamorfoseada (prendas con usos múltiples); ropa íntima (muy sexy con transparencias, tules y gasas); ropa de noche (con volados, superposiciones y brillos); y ropa de tarde. En los próximos días también se podrán encontrar trajes de baño.
Los tonos siguen los lineamientos de la tendencia primavera-verano: rosas, fucsias, amarillo, verde, y no faltan por supuesto el negro y el blanco. Los precios van desde los $40 a los $140.
De chica, ¿ya te gustaba diseñar?
Siempre. Hacía vestidos para las muñecas. Después les diseñaba a mis amigas, incluso cuando cumplían 15 años. Me gustaba cortar y transformar. Siempre se acuerdan de una tela negra que me regaló mi abuela y que transformaba una y otra vez. Pasó de ser pollera, poncho, remera, saquito. Y siempre era la misma tela que modificaba sólo con unas tiras. De allí me inspiré para la línea metamorfoseada.
¿Cómo comenzaste a abrirte camino en el campo laboral antes de abrir tu local?
Al principio tuve que entrar a trabajar en fábricas, en talleres de diseño y de producto terminado. Si bien es duro entendí que es una manera más fácil de aprender para alcanzar logros como el de tener una marca propia.
No sólo se trata, entonces, de realizar prendas lindas sino también de pensar en la ropa como producto para poder llegar al cliente...
Sí, eso por un lado. Por otro también aprendés a trabajar con la moldería, a desarrollar prendas sobre el maniquí como si fuese alta costura. Son cosas que ves en la facultad pero que tenés que bajar a un producto tangible. Y eso lo aprendí con la experiencia.
¿Cómo fue la primera colección que hiciste con tu marca?
La primera fue una colección de invierno. Desarrollé prendas básicas pero con apliques en cuerina como para darles un toque de diseño. Siempre lo que tuvo "Sálvame de mí" es que son prendas únicas. Hay modelos que tienen como máximo cinco prendas pero de diferentes colores o con diferentes lazos, forros o apliques. A eso apunto, a tener variedad en el diseño pero en poca cantidad. Sobre todo en el local. También tengo una página web para poder vender al por mayor.
¿Eso es un proyecto a futuro?
No, ya casi es una realidad. Estamos dando los pasos finales. En el interior está muy de moda la contratación de diseñadores independientes. Vienen mucho a las ferias de Palermo y hacen encargos grandes. Esa es la idea, vender en el interior.
¿Cómo imaginás a la destinataria de tus diseños?
Lo tomé desde mi punto de vista. Yo creo que la indumentaria te disfraza, además de vestirte. Si vamos a la historia encontramos que la indumentaria se usaba para distinguirse, junto con los accesorios hasta el uso de pieles y colores. Esto distinguía las categorías de esa comunidad. Creo que la mujer que se viste en "Sálvame de mí puede jugar, un día puede ser una adolescente; se puede transformar en una mujer que no le importe las formas de su cuerpo y envolverse; puede ser sexy.
¿En qué consisten las líneas de esta colección?
Encontrás la línea metamorfoseada que se produce sobre el maniquí y permite diferentes usos. La línea íntima con ropa interior femenina. La idea es que las mujeres se animen a ser sexys. La línea de noche en la que encontrás prensas con superposiciones, volados. Y por último una línea de tarde que es más básica.
¿Qué colores predominan?
Es la primera vez que tengo tantos colores. Me basé en una gama que va del rosa al fucsia rojo, los verdes, los amarillos y el blanco y el negro.
¿Tuviste influencias o alguien te marcó en algún sentido en el desarrollo de tu profesión?
Siempre la que me ayudó mucho en hacer los diseños y transformarlos en una prenda fue mi abuela. Al principio es difícil llevar el dibujo a la prenda y que te quede bien y ella me enseñaba a mí cómo hacerlo. Los diseñadores que me gustan son Christian Lacroix a nivel internacional. Y de la Argentina, Toledo.
¿Cómo ves el público de Cañuelas?
Hice ferias y funcionaron muy bien. En Praliné hace un tiempo llevé mis prendas y vendí muchísimo.
¿Cómo surge la marca "Sálvame de mí"?
Suena fuerte, ¿no?. Surge con una muestra que desarrollé y que tiene que ver con Dalí (que es lo que más me gusta), de un momento de la vida que estaba pasando, y de sentir que la ropa te puede salvar, te puede poner en el lugar que quieras.
¿Cómo se conjugan el patinaje y el diseño?
Con el patinaje puedo liberarme. Por ahí cuando termino una clase muy cansada, llego a casa, me baño y ahí me dan ganas de dibujar o de buscar información en Internet. Patino desde los dos años. Son las dos cosas que voy a hacer eternamente.
María Eugenia también comentó que en su local se brinda asesoramiento de imagen, prendas confeccionadas exclusivamente a pedido de la clienta y talles especiales de los diseños de la boutique.
Lic. Telma Martines
INFOCAÑUELAS
Escrito por: Redacción InfoCañuelas