Por su simpleza y su aspecto tímido, nadie diría que Adrián Monod es modelo publicitario. Pero lo cierto es que ya lleva más de doce años de trayectoria. Como integrante de la agencia de Ricardo
Piñeiro, fue el rostro de Gillette y de varias marcas en el exterior.
Nacido en Ezeiza, a los 11 años, cuando perdió a su padre, se instaló en Cañuelas junto a su madre y sus dos hermanos. Hoy dice que está agradecido de vivir en esta ciudad y que "no la cambiaría por nada".
Desde hace dos años está en pareja con Edith Foresi, con quien no descarta abrir una agencia propia en Cañuelas dentro de algunos años, cuando se retire de las pasarelas. También le gustaría estudiar periodismo deportivo.
-¿Cómo fueron tus comienzos?
-Fue una casualidad. En esos años una chica de Cañuelas, Patricia Molina, fue finalista en el certamen de Miss Argentina y luego empezó a enseñar. Con mi hermano, que después se alejó de la actividad, le pedimos algunos consejos para empezar. Ella nos dio el primer empujoncito y nos ayudó mucho al comienzo. También le debo mucho a mi mamá. Ella se quedó sola cuando nosotros éramos muy chicos. Nos crió muy bien y todos pudimos salir adelante. Mi vieja se merece un monumento.
-Cuando empezaste no era común que los varones se dedicaran a ser modelos.
-Sí, era bastante raro y mal visto, y sobre todo en Cañuelas que en ese tiempo era más pueblo.
-¿Cuál fue tu primer trabajo?
-Una publicidad de mayonesa Ri-K, donde tuve un rol secundario, pero para mí fue muy importante porque fue el primer casting en el que me presenté y quedé elegido, algo que casi nunca pasa. Yo tenía unos 17 años y eso me incentivó mucho para continuar en esta carrera.
-¿Y tu primer protagónico?
-A los 19 años, en la publicidad de chicles Free, una publicidad que la gente recuerda mucho porque fue bastante difundida.
-¿Cómo llegaron los trabajos más importantes?
-Fue cuando entré a la agencia de Ricardo Piñeiro. Para mí fue un gran paso porque en ese momento era muy difícil entrar a una agencia grande. Ahí empecé a trabajar para marcas reconocidas, como Riders y tres campañas de Gillette para Latinoamérica y Europa del Este. También empecé a viajar mucho. Fui tres veces a Perú, luego a Uruguay; dos veces a Chile, donde hice el comercial de tiendas Johnson y Cerveza Cristal; a Costa Rica, donde fui modelo de cigarrillos Belmont; y a El Salvador, para tiendas Simán. En Colombia me tocó hacer una publicidad de pañales. La situación era en una clínica donde tenía que cambiarle el pañal a un bebito de una semana. Nunca lo había hecho ni había tenido a un bebito tan chiquito en brazos... Todos esos viajes me permitieron conocer un montón de lugares y como generalmente hay tiempo libre, pude recorrer y aprender un poco la cultura de cada lugar. Ahora estoy haciendo la campaña de ropa interior Andros, de Aretha. Por suerte me vienen eligiendo desde hace tres años.
-Por tu aspecto latino tenés la ventaja de poder trabajar en cualquier país de la región. Si fueras rubio estarías más acotado...
-Exacto, por la imagen doy bien para cualquier país. Pero una de mis contras es la estatura. Soy un poco bajo para hacer desfiles. El otro día hice un desfile de Cardón y era el más petiso de todos Tengo 1,79, que es bastante, pero en las pasarelas nadie baja de 1,85. La diferencia se nota mucho.
-¿Cuál es tu entrenamiento?
-De vez en cuando salgo a correr. Tres veces por semana voy al gimnasio de Julio Carrizo y me cuido un poco con las comidas, pero no soy obsesivo. Como de todo y si me invitan, también como un buen asado.
-¿Alguna vez rechazaste algún trabajo?
-No, porque todos los trabajos que me ofrecieron fueron muy profesionales, incluso hice los portfolios eróticos de Playboy y Cosmopolitan, que fueron muy cuidados.
-¿Y en esos casos qué opina tu novia?
-Y, a veces le producen algunos celos, pero por suerte últimamente no me han salido más trabajos de ese tipo, porque mucho no le gustan.
-¿Cuánto hace que están en pareja?
-Ahora se van a cumplir dos años. Es un verdadero récord, porque mis relaciones siempre duraron algunos meses. Espero que ahora dure toda la vida, porque Edith es una chica fuera de lo común, muy humilde y muy buena compañera.
-La carrera de los modelos generalmente es breve. ¿Qué pensás hacer cuando te retires?
-Sí, pienso seguir hasta los 33 ó 34 años. Ya estoy trabajando en la agencia de publicidad callejera VGraf con mi hermano y también me gustaría aprender periodismo deportivo. Es un proyecto que tengo para más adelante.
-¿Nunca pensaste en abrir una agencia de modelos en Cañuelas?
-Me lo propusieron varias veces, por ahí más adelante podemos emprender algo de eso con Edith.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas