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22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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A un año del crimen de Mirta Barcia, ¿cómo está la causa penal?

Los dos acusados siguen presos y uno de ellos amenazó a testigos desde la cárcel. En breve el expediente será elevado a juicio oral. Fue excarcelado el joven que compró el teléfono de la víctima.

Mirta Barcia. Archivo.

En la noche del 8 de septiembre de 2020 una trágica noticia sacudió a la comunidad de Cañuelas: la profesora de música y empleada municipal Mirta Barcia, de 64 años, había sido asesinada por dos individuos que la abordaron para robarle el teléfono móvil.

El sangriento suceso ocurrió frente a la vivienda de su hermana, en la calle Vicente Casares 144, en cercanías del Molino Cañuelas. Cuando se retiraba del domicilio fue interceptada por los atacantes. Si bien Barcia no se resistió, le dieron entre dos y tres puntazos en el tórax con un arma blanca y también efectuaron un disparo que no impactó en su cuerpo. Su esposo, Alberto Porciel, la trasladó aún con vida al Hospital Marzetti, donde nada pudieron hacer para salvarla.

En cuestión de horas fueron detenidos tres sospechosos: Leonardo Ezequiel Quinteros (28), Juan Pedro Corvalán (29) y Alan Gabriel Arrieta (19). Los dos primeros siguen detenidos, acusados de Homicidio por el concurso premeditado de dos personas y ´criminis causa´ agravado por el empleo de arma de fuego y arma blanca, delito que prevé la pena de reclusión perpetua.

Arrieta, por su parte, fue excarcelado hace un mes por un dictamen de la Cámara de Apelaciones aunque sigue procesado por el delito de Encubrimiento agravado. En su poder se encontró la tarjeta SIM del teléfono Samsung robado a la docente.

El cuerpo médico forense de La Plata determinó que Barcia murió como consecuencia de dos heridas punzantes de arma blanca (puntazos) en la zona del tórax, pero los testigos que declararon ante el fiscal Lisandro Damonte, tanto los familiares directos como algnos vecinos, siempre ratificaron que hubo al menos un disparo de arma de fuego, más precisamente de un revólver que esgrimía uno de los malvivientes. Ese disparo -casi simultáneo al ataque con el arma blanca- no impactó en la víctima.


Para confirmar este aporte de los testigos, el año pasado Damonte solicitó un Dermotest sobre la ropa de Barcia, a los fines de determinar la presencia de restos de pólvora. Los peritos recién realizaron esta medida el pasado lunes 6 de septiembre y se espera que el resultado esté dentro de un mes. El informe -el último que necesita Damonte para elevar la causa a juicio- será importante para definir los detalles de la acusación.

A diferencia del asesinato en ocasión de robo, que prevé una pena de 10 a 25 años de cárcel, el homicidio criminis causa se configura cuando el imputado mata a la víctima para ocultar y lograr su impunidad en relación a un ilícito previo (el robo del celular). Si Corvalán y Quinteros finalmente resultan condenados con esa calificación, recibirán la pena máxima.

A modo de ejemplo, con esa figura fueron condenados a perpetua Fernando Marconi y Edgardo “Luli” Sagini, autores del crimen de los hermanos Marcelo (39) y Leonardo Massa (36), ocurrido en 1 de julio de 2012 en el supermercado Doña Rosa de Cañuelas.

Otra novedad surgida de la causa es que a Corvalán se le secuestró un celular que tenía en la unidad carcelaria y que usó para amenazar a su ex pareja, de apellido Sosa, quien aportó a la justicia la confesión que hizo del hecho. También amenazó a la familia de Arrieta, el comprador del celular, presionándolos por haber hablado. Por estos hechos se le inició un expediente por separado, en el que también se encuentra procesado.

Un dato a tener en cuenta es que al momento del crimen de Barcia, Juan Pedro Corvalán se encontraba gozando del beneficio de la prisión domiciliaria otorgada por el juez Martín Miguel Rizzo el 27 de abril del año pasado en el marco de una causa por venta de drogas (IPP Nro. 06032175/19). Corvalán integró la extensa lista de presos liberados en el marco de una política provincial de morigeración de las prisiones preventivas debido a la pandemia. Al ser capturado trascendió que jamás se quedó en su casa sino que salía habitualmente haciéndose pasar por un hermano con el que tiene gran parecido físico.

Nacida el 30 de octubre de 1955, madre de dos hijos, Barcia estaba casada con el ex concejal Alberto “Chajá” Porciel. Era empleada municipal (trabajaba en la secretaría Privada de la intendente Marisa Fassi) y maestra de música. Durante su juventud tuvo una intensa actividad cultural como actriz de teatro y bailarina de folklore.

Tres días antes, en una confrontación vecinal en el barrio Las Chapitas, también fue asesinado Daniel Ángel López, crimen por el que fueron detenidos Braian Bouchet y Diego Musse.

Escrito por: Redacción InfoCañuelas