De tiempo en tiempo el robo de caballos vuelve a golpear con fuerza en los campos de Cañuelas. Los damnificados afirman que los animales siempre terminan en un mismo lugar: Pontevedra, en el partido de Merlo, pero que por alguna razón no hay allanamientos ni tampoco se cortan los circuitos de traslado.
Hace 15 días tres ejemplares fueron robados del campo La Media Moneda de Alejandro Puricelli, ubicado entre Uribelarrea y La Noria. Se trata de tres caballos de trabajo, uno de ellos un tobiano que ya le habían robado y que logró recuperar el año pasado en el Mercado de Liniers. Ahora se lo volvieron a llevar.
Puricelli encontró varios alambrados cortados y una bolsa con avena colgada de un poste. Es el cebo que usaron para atraer a los animales hasta el borde del campo.
En la misma fecha los malvivientes se llevaron tres ejemplares de un establecimiento vecino, propiedad de Alejandro Garzonio.
Una semana antes los cuatreros golpearon en un campo de El Taladro, propiedad de un médico de Lobos. De allí se llevaron entre dos y tres ejemplares. La cabeza de uno de ellos fue encontrada ayer en un basural de Pontevedra.
“Antes los vendían en los frigoríficos. Ahora te comen los costillares, el resto lo hacen chorizos o los trozan y los venden por kilo. Si recorrés los barrios bajos de Pontevedra está lleno de caballos de muy buena calidad en los patios de los ranchos. Son caballos de pelo cuidado que obviamente son robados” explicó a InfoCañuelas un productor equino de Cañuelas.
“Los delincuntes siempre hacen el mismo camino: pasan por los campos de Feito y Lavelli, cruzan la Ruta 6 y de ahí siguen para el lado de Pontevedra. Cuando roban en la zona de Udaondo van por atrás de Casares, pasan por el puente de Sinteplast y de ahí a Pontevedra. Hace treinta años que usan estas salidas. Es inexplicable que no los agarren”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas