La comunidad de Uribelarrea, de poco más de mil habitantes, poco a poco va perdiendo esa paz que la caracterizaba. El jueves de la semana pasada a las 21.30 tres delincuentes armados protagonizaron una entradera en la vivienda Marcos Vergara, propietario de una veterinaria en el centro de Cañuelas.
Los malvivientes, que actuaron a cara descubierta, golpearon al profesional y luego redujeron a su esposa, Angélica Ferrero, a su pequeño hijo y a un amiguito que circunstancialmente se encontraba en el hogar.
La familia permaneció privada de su libertad por algo más de 15 minutos mientras se consumaba el robo.
Este asalto se suma a la seguidilla de hechos violentos que sufrió el comerciante Roberto Postigo a fines del año pasado y que obligan a pensar en mejorar la estrategia de seguridad en una comunidad rural cuyo Destacamento policial cuenta con escaso personal y recursos.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas