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El 16 de mayo, Micaela Abrantes Ferreira, de 18 años, murió en el Hospital Cuenca Alta a causa de las lesiones sufridas el día anterior en un siniestro vial ocurrido el día anterior en Ruta 205, altura barrio El Taladro.
La joven, futura estudiante de magisterio, iba junto a su pareja, Lautaro Lucero, en un Chevrolet Corsa, en sentido Cañuelas-Uribelarrea, cuando de pronto impactaron de frente contra una camioneta que se cruzó parcialmente de carril.
La camioneta, Toyota Hilux 4x4 patente AC 485 AR, iba al mando de Félix Frete, de La Matanza, quien quedó internado en un centro asistencial de la ciudad de Buenos Aires, afectado por una fractura de clavícula.
En las últimas horas se conoció el alcotest realizado a Frete: manejaba con 1,4 gramos de alcohol en sangre. La ley vigente establece 0,5 g/l como límite permitido para conducir vehículos particulares.
El homicidio culposo agravado -esa es la imputación que ahora pesa sobre Frete- admite tanto la detención como la excarcelación. Dado que antes de recibir el resultado de la pericia química Frete fue beneficiado con la eximición de prisión, no se descarta que ahora, al conocerse que conducía alcoholizado, el fiscal de la causa, Lisandro Damonte, pueda solicitar una revocatoria. Hasta la fecha no se conoció ningún pronunciamiento al respecto.
Cabe destacar que al momento del siniestro no había en Cañuelas ningún alcoholímetro disponible, por lo que en lugar de aplicar el test de alcoholemia de resultado inmediato se realizó una extracción de sangre cuyo análisis demandó más de 20 días.
A raíz de lo sucedido con este caso, Lisandro Damonte, envió sendas notas a la intendente Marisa Fassi y al jefe de la Policía Comunal, comisario Inspector Marcelo Silveyra, solicitando con carácter de urgente la provisión de un alcoholímetro para el distrito.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
