La Fiscalía 1 de Cañuelas sigue adelante con la investigación del crimen de Daniel Ángel López, ocurrido el 5 de septiembre en el barrio Las Chapitas.
Por el hecho se encuentran detenidos Braian Nicolás Bouchet y Diego Alberto Musse. Hasta el momento ninguno de los dos accedió a declarar y siguen representados por el defensor oficial. Hace unos días la familia de Bouchet tuvo un contacto con el penalista Hugo López Carribero, pero finalmente no hubo acuerdo para presentarlo como defensor particular.
Fuentes judiciales revelaron que en el día de ayer la Fiscalía incorporó algunos mensajes de audio de WhatsApp que intercambiaron Musse y Bouchet, hablando del crimen.
Además, la Fiscalía está terminando de definir quiénes fueron todos los que estaban en la escena, aunque todavía no está claro si alguien más intervino en la agresión directa a la víctima.
"Hay varias mujeres que están identificadas, pero ninguna de ellas alentó ni participó en la pelea; todo lo contrario, querían pararla. Se nombró a varios hombres que incitaban a pelear, pero no está claro si también se sumaron al ataque. Posiblemente en la semana, cuando declaren más testigos, habrá un panorama más claro", dijo un vocero judicial.
QUÉ SUCEDIÓ
Daniel Ángel López concurrió el sábado 5 de septiembre a la casa de su suegra con el afán de reconciliarse con su pareja, de apellido Giacobino, con quién había mantenido una discusión durante la mañana. Durante esa reunión los Giacobino le comentaron a López una serie de conflictos de larga data que tenían con su vecino de enfrente, Braian Bouchet; e hicieron hincapié en un reciente problema que Bouchet había tenido con "Tommy" Rolón, también cercano a la familia.
Queriendo solidarizarse con los Giacobino, López (acompañado por Rolón y un Giacobino) cruzó hacia la vereda de enfrente y pateó la puerta de la casa donde vivía Bouchet, perteneciente a su pareja de apellido Martínez. En el lugar sólo estaban unos adolescentes, hijos de Martínez. Estos jóvenes salieron corriendo para avisar de lo ocurrido a Bouchet, quien se hallaba en otro domicilio junto a Musse.
Cuando Bouchet y Musse llegaron al lugar, se cruzaron con López. Le preguntaron dónde estaba Rolón, con quien pretendían "arreglar" el asunto. Los testigos afirman que López se interpuso. “No, paisa, el problema no es con vos” fue la respuesta de Bouchet. “Si te metés con ellos, te metés conmigo” retrucó López, lo que desató la batalla campal.
Como se dijo, López -de contextura pequeña- intentó defenderse mediante algunos rebencazos, pero los atacantes lo superaban en número y tamaño. Uno de ellos le aplicó un certero puntazo en el tórax y otros en el abdomen. En un momento de la secuencia Musse y López se quedaron solos porque los demás ingresaron a la casa de Giacobino intentando darle alcance.
Todos los testimonios recogidos hasta el momento coincidirían que Musse fue el autor de la puñalada mortal. Uno de los testigos declaró que cuando Musse regresó a la vivienda donde estaba antes del incidente comentó que había "pinchado" a alguien, aunque aclaró que no lo había matado.
"Los Giacobino le insistieron mucho a López sobre los problemas que tenían con Bouchet. Le dijeron que era un hijo de puta, que nos los dejaba vivir en paz. Le quemaron la cabeza, cuando la realidad es que había una relación conflictiva de ambas partes. López quiso ayudar a la familia de su mujer y se metió en un conflicto ajeno, que le costó la vida", señaló una fuente con acceso al expediente.
Algunos integrantes de la familia Giacobino estaban citados este miércoles para declarar en la sede de la UFI 1, pero no concurrieron. Si no se presentan el día de mañana, posiblemente serán trasladados por la fuerza pública.
UN HOMBRE DE CAMPO
Daniel Ángel López nació en Otamendi, partido de General Alvarado, a 38 kilómetros de Miramar, en el seno de una familia numerosa. Tenía seis hermanos repartidos en distintas localidades: Marcelo y Aída (Cañuelas), Raquel (Río Cuarto, Córdoba), Héctor y Oscar (Otamendi) y Antonia (Batán, partido de General Pueyrredón).
Desde Río Cuarto Raquel contó a InfoCañuelas que su hermano se radicó aproximadamente hace una década en Cañuelas y que se dedicaba a tareas rurales. Tenía dos hijas de 6 y 12 años que viven con su madre al centro-sur de la Provincia.
Raquel destacó que su hermano era amante de las domas y que todos los años regresaba a Otamendi para visitar a su madre, Silvia Morera, y para participar en las jineteadas de su pueblo, donde solía ganar los primeros premios.
"Mi hermano era una persona servicial y trabajadora. Por defender a su cuñado le pasó esto. Mi hermano era delgado, no muy alto, imposible que pudiera defenderse contra cinco. El jamás tendría que haber estado ahí. En la familia estamos indignados porque le arrebataron la vida", concluyó Raquel.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas