Este jueves, cuando María Isabel Speratti Aquino se disponía a llevar a sus hijos de 13 y 17 años hacia el colegio Don Bosco, apareció su ex marido Gabriel Alejandro Núñez, que sin mediar palabra le efectuó cuatro disparos. La mujer murió una hora y media más tarde en el Hospital Cuenca Alta como consecuencia del impacto de bala recibido en el cráneo.
Con el correr de las horas se supo que había una denuncia por violencia de género y una causa penal que jamás avanzó.
De acuerdo a los datos que pudo reconstruir InfoCañuelas, el viernes 16 julio de 2021 (feriado en Cañuelas por las fiestas patronales) se registró un incidente en el que María Isabel (40) fue atacada por Núñez (47). Fue entonces cuando ella se presentó en la Comisaría de la Mujer donde realizó una denuncia. Dijo que la asfixió con una toma de su brazo alrededor del cuello. Tras escuchar los detalles la oficial actuante encabezó el formulario con la frase "de Alto Riesgo".
Ese mismo día publicó un mensaje en el chat interno del barrio Las Rosas reconociendo el drama familiar que estaba atravesando: “Les quería informar que el día viernes a la noche el que era mi marido me agredió y casi me mata. Actualmente hay una orden de restricción por lo no debe acercarse a menos de 200 metros. Les pido por favor que si lo ven rondando por el barrio llamen al 911. Les paso una foto de él y de su auto”.
Por un lado tomó intervención el Juzgado de Paz que en ese momento, por la feria, estaba a cargo del juez subrogante de Roque Pérez, Misael Abraham. Este magistrado dictó una restricción de acercamiento y asignó el botón antipánico en favor de la mujer y sus hijos por un período de 60 días, que al finalizar se prorrogaron por otros 30 días más.
Concluido ese plazo, en octubre de 2021, Núñez se presentó en el Juzgado y pidió una revinculación familiar. Fue entonces cuando se inició un expediente que permanece abierto y que estaba próximo a archivarse porque luego no hubo nuevas denuncias ni pedidos por parte de la víctima ante la jueza de Paz titular, Inés del Valle Rivarola.
En julio de 2021, en paralelo a la causa por violencia familiar y a raíz de las lesiones físicas, María Isabel realizó una denuncia penal que recayó en la UFI 1 de Cañuelas. Si bien InfoCañuelas no pudo establecer contacto con la Fiscalía, las fuentes consultadas en ámbitos cercanos confirmaron que la causa se caratuló como “Lesiones leves”, una calificación muy baja que no admite la detención de los imputados.
El mensaje de la víctima a sus vecinos en 2021.
María Isabel concurrió en varias oportunidades a la UFI y al Juzgado de Garantías Nro. 8 a cargo del juez Martín Miguel Rizzo para pedir que la causa fuera recaratulada como “Homicidio en grado de tentativa”, lo que podría haber derivado en la detención de Núñez, pero sus pedidos nunca fueron escuchados.
Allegados a la víctima dijeron que intentó contratar a un abogado penalista para que la patrocinara en ese reclamo, pero no pudo hacerlo porque el costo excedía sus posibilidades. Por ese motivo se encargaba ella misma de ir a las Mesas de Entrada para peticionar o averiguar el estado del expediente.
María Isabel en una marcha junto a su hermana.
En algunas oportunidades fue acompañada por personal de la Secretaría de la Mujer del Municipio. Dicha oficina, a cargo de Fernanda Rojo, el 20 de julio de 2021 le pidió por mail al juez subrogante de Roque Pérez Misael Abraham que ante la gravedad del caso evaluara la posibilidad de colocar una tobillera dual (dispositivo que se coloca a los dos miembros de la pareja), pero no hubo respuesta. El correo ni siquiera fue incorporado al expediente. El mismo pedido luego fue realizado verbalmente ante el Juzgado de Garantías Nro. 8. Asimismo, Rojo le pidió a la Fiscalía que le asignara una custodia. Lo único que obtuvo fue una custodia fija por 5 días y dinámica por 10.
En junio de 2022, nuevamente con el acompañamiento del personal de la Secretaría, concurrió otra vez al Juzgado de Garantías, presuntamente para insistir con el cambio de carátula.
En el marco del conflicto familiar no se llegó a fijar ninguna cuota alimentaria. Por lo que pudo averiguar este medio, la mujer mantenía el hogar con sus ingresos como artesana. Hacía mantas, almohadones, bolsos, canastos y prendas tejidas que vendía en ferias e internet a través de su emprendimiento “Hojarasca Deco”.
“En los últimos meses estuvo todo tranquilo, no hubo nada que provocara este desenlace. Ella quería vivir tranquila con sus hijos, trabajaba un montón y vivía de su trabajo como muchos”, explicó una persona de su círculo.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas