Desde hace varios meses hay una modalidad delictiva que se multiplica en Cañuelas: los “abrecoches” que utilizan inhibidores de alarma para robar dinero, elementos electrónicos o efectos personales de los habitáculos sin ser detectados. Al principio estaban concentrados en las estaciones de servicio que rodean a la ciudad, pero en las últimas semanas se desplazaron hacia el centro.
Varios casos ocurrieron en la calle San Martín frente al correo, la Fiscalía 1, los bancos oficiales e incluso sobre la avenida Libertad frente al palacio municipal. Precisamente el mayor movimiento de gente facilita el camuflaje de los merodeadores que circulan en busca de una presa.
El lunes 15 en horas del mediodía un vecino de Cañuelas fue víctima de esta modalidad. Estacionó su camioneta en la calle San Martín, frente a Amoblamaq y la oficina de Almundo, accionó el telemando y caminó tranquilamente hacia el Banco Provincia sin imaginar que en la vereda había un delincuente que había impedido el cierre automático con un dispositivo remoto.
Un video registrado por una cámara de seguridad privada permite ver claramente los movimientos del sujeto que permaneció unos 50 segundos en el habitáculo revisando la guantera y otros rincones en busca de elementos de valor. Finalmente se llevó una suma de dinero.
Esto indica que se debe reforzar la cuadrícula del centro con caminantes que estén atentos como así también agudizar la vigilancia a través de las cámaras del COM. La fiscalía en turno tiene el rostro del abrecoches captado con absoluta claridad, por lo que debería aplicar todos los medios a su alcance para identificarlo.
CASOS QUE SE REPITEN
InfoCañuelas realizó una consulta en la Cerrajería Wisky -especializada en llaves codificadas de automotores- para saber cómo actúan los abrecoches y si esta clase de delitos se incrementó en los últimos tiempos.
“Lo que hacen es utilizar un dispositivo que interfiere en el telemando: la persona que se bajó del vehículo cree que cerró la puerta cuando en realidad no lo hizo. Por eso es importante no confiarse. Al bajar y luego de accionar el cierre automático, hay que quedarse unos segundos junto al vehículo y verificar que la puerta esté cerrada” explicó el cerrajero del local.
“Desde hace años viene gente con problemas en sus telemandos que en algunos casos podrían estar generados por los inhibidores. Este problema empezó con la pandemia. Todas las semanas hay algún caso de la zona bancaria. A veces aparecen ocho o nueve casos simultáneos de la misma zona y ahí te das cuenta que anduvo alguien con un inhibidor”, agregó.
El especialista también advirtió que los telemandos pueden sufrir daños cuando son interferidos. “Esto pasa mucho en Volkswagen, por ejemplo. Se des-sincroniza la información que está almacenada en la central, por lo que es necesario sincronizarla nuevamente para que el cierre funcione”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas