"Todavía estoy temblando. Y mi esposa está muy mal, sufrió un ataque de nervios". De esta manera Darío Apesteguía relató el impacto emocional que vivieron los integrantes de su familia al ser interceptados por la banda de delincuentes que en el día de ayer protagonizaron una persecución y tiroteo con la policía de Cañuelas, que no pudo darles alcance.
El sábado aproximadamente a las 16 Darío y su mujer, Verónica Freige, viajaban en un Citroën C4 hacia Parque Brown, donde pensaban pasar el resto de la tarde. Atrás iba su beba de 9 meses, su hijo de 11 años y un amiguito de éste.
"Íbamos por Autopista y justo antes de que se haga doble mano, en la parte de la curva, una camioneta nos pasó por el guarda rail. Le toqué unos bocinazos porque en ese sector es para andar en una sola mano. La camioneta siguió, se puso adelante de un Peugeot 206 y clavó los frenos. Se bajó un tipo armado y le apuntó al que estaba en el Peugeot. Lo primero que pensé era que se trataba de un ajuste de cuentas con la persona del otro auto. Pero enseguida otro delincuente se metió en el Peugeot y dos más vinieron hacia nuestro auto", relató Darío.
La secuencia duró unos pocos segundos, pero fue terrorífica. "Nos ordenó que nos bajáramos y cuando vieron a los chicos más grandes les dijeron que se bajaran sin mirar para atrás. Cuando uno de ellos vio que había una beba en un huevito, empezó a rezongar. ´No te puedo creer, sacá rápido a esa criatura porque si no me la llevo´" fueron las palabras de uno de los malvivientes.
Presa de un ataque de angustia, Verónica hizo un enorme esfuerzo por sacar a la bebita. Los nervios le impedían abrir los broches de las correas y a sus espaldas seguía el delincuente, apurándola.
"Mi mujer sufrió una crisis terrible y terminó internada en el Hospital. Nos quedamos todos en la banquina y a los pocos minutos llegó la policía junto con un móvil celeste de la Agencia de Seguridad Vial. Ellos llamaron a la ambulancia, que tardó bastante en venir" añadió Apesteguía.
Entre tanto los delincuentes escaparon en los dos autos de sus víctimas, pero a los 200 metros abandonaron el Peugeot y continuaron en el Citroën, que hasta el momento no apareció.
La secuencia fue tan rápida que Apesteguía no recuerda si los delincuentes eran tres o cuatro. Tampoco si vestían chalecos antibalas, como refirieron algunos testigos.
Sí percibió que los sujetos eran sumamente “profesionales”. “Era increíble el dominio de la situación que tenían. Estaban en medio de una persecución, la policía podía llegar en cualquier momento y podía haber un tiroteo, pero ellos estaban los más tranquilos. Gracias a Dios nadie salió herido”.
La Toyota Hilux en la que se movilizaban quedó estacionada en medio de la calzada, lo que sirvió para hacer un largo "tapón" de vehículos y contribuyó a complicar la persecución de la policía.
Luego de esta maniobra sobre el puente La Pérgola los delincuentes escaparon sin ser interceptados.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas