Un inédita denuncia de abuso sexual que involucra a una pareja separada, a su hija y al Juzgado de Paz conmociona al sistema judicial de Cañuelas.
Una madre denunció que su hija de 4 años fue violada por el papá durante una audiencia de revinculación realizada el 27 de marzo pasado en la sede del Juzgado de Paz, en presencia de la perito psicóloga.
Estremecida por la gravedad de lo expuesto, la jueza Inés del Valle Rivarola decidió excusarse en todas las causas que involucran a la pareja. En el dictamen de excusación aseveró que los hechos denunciados por la madre nunca existieron. Explicó que el primer encuentro del papá con su hija transcurrió a la vista de todos y que la perito psicóloga Mariana Olveira Perotto en ningún momento dejó sola a la niña ni le quitó un ojo de encima.
Algunos elementos de contexto (los nombres se reservan para resguardar a la menor). El padre estuvo preso en Sierra Chica durante tres años por una condena del fuero penal. La pareja convivió desde mayo de 2018 hasta julio de 2019, período en el cual nació la niña. Con posterioridad el padre inició una demanda para ver a su hija alegando que su ex les impedía tener contacto regular al punto que en una oportunidad le arrojó una piedra sobre el vidrio de su camioneta. La mujer realizó una contradenuncia en la que aseguró que durante toda la covivencia él había ejercido “violencia física y psicológica” transformando su relación en “un calvario”; que había abusado de su hija durante las visitas previas; y que en una oportunidad intentó llevársela por la fuerza irrumpiendo en su vivienda junto a otros familiares.
Buscando proteger a la mujer, la justicia decretó una restricción de acercamiento de 200 metros, pero por un tecnicismo el hombre terminó nuevamente preso. ¿El motivo? Se lo vio refaccionando la pieza donde vive, ubicada a 180 metros de la casa de su ex. Por 20 metros fue encarcelado tres meses en la Comisaría de San Vicente.
Concluida esa condena y luego de casi un año de no ver a su hija, el hombre pidió una revinculación, que la jueza Rivarola concedió en cuatro audiencias: 27 de marzo, 3, 10 y 17 de abril a las 11 hs. en la sede del Juzgado.
El 28 de marzo la madrese presentó en la Comisaría de la Mujer para denunciar a su ex por violación. Dijo que hablando con su hija luego de la audiencia se señaló sus partes íntimas diciendo que le dolía; que su papá le había introducido dedos; y que al revisar su zona genital encontró vestigios de sangre. Agregó que la supuesta violación ocurrió cuando “la señora que estaba con ellos se fue”. A partir de este relato se inició la IPP 1407 por Abuso sexual con acceso carnal que se tramita en la Fiscalía 2 de la Dra. Norma Pippo. La primera medida fue la suspensión de todo nuevo contacto entre el hombre y su hija.
LA RESPUESTA DEL JUZGADO DE PAZ
En el marco del expediente penal la fiscal Norma Pippo envió un oficio al Juzgado de Paz a los fines de que se informe “qué profesional/es de ese organismo intervinieron en tal audiencia y si en algún momento quedaron solos, en alguna sala de esa dependencia, la menor víctima de autos y el imputado”.
El Juzgado respondió con un informe de la Lic. Mariana Olveira Perotto en el que la profesional describe, con absoluta precisión, tanto las actitudes que mantuvieron padre e hija durante la audiencia como el lenguaje utilizado y la dinámica del encuentro. De ese escrito se desprende que en ningún momento quedaron solos.
“Una vez que ve a su papá, éste extiende lo brazos y le dice ´Hola hija, te extrañé´ (sic). Ella se queda parada a mi lado y comienza a llorar diciendo ´me quiero ir con mi mamá´ (sic). Le seco las lágrimas y le empiezo a preguntar cómo se llama su mamá, si va al jardín, etc. para distenderla. Mientras entablamos la conversación el papá se acerca con unas 5 ó 6 bolsas que trajo consigo y comienza a mostrarle todos los regalos”.
“La nena observa los diferentes objetos a medida que su papá se los va mostrando. Le dice: ´mirá hija todo lo que te compré´ (sic). Le muestra una mochila, una cartuchera, dos cajas de lápices y dos de fibras, un block de hojas para dibujar, un libro para pintar, temperas, acuarelas, pinceles, un lápiz negro y un sacapuntas. El papá se tira en el piso para ir revisando cada una de las bolsas y lo que va sacando de las mismas, lo apoya en una mesa auxiliar que se encuentra a su lado”
“A medida que su papá le va mostrando los regalos, ella va contando que su mamá ya le compró una mochila de Barbie y que también tiene una cartuchera. El papá de otra bolsa saca un cartón de leche, una leche chocolatada, un serenito, un repelente de insectos, un paquete de salchichas y algunas golosinas. Le dice: ´mirá hija, te compré salchichas, que yo sé que a vos te gustan´ (sic)”.
Habiendo pasado unos diez o quince minutos, se acerca personal de mesa de entradas para informar que la mamá se retira, dejando su número de teléfono personal.
“En ese momento el papá le pregunta por una mascota (gato) que la nena nombra y hasta muestra en un brazo dos rayas producto de un rasguño del gato. Ella se muestra más suelta y conversa de manera fluida. También el papá le pregunta por el jardín. (...) Toma su celular y le muestra fotos de cuando era pequeña y estaban juntos. Luego de otra bolsa toma ropa y le va mostrando diferentes prendas de vestir, mientras le pregunta si le gustan”.
“El papá le pregunta si puede probarle las zapatillas, a lo que ella accede. Le pone una zapatilla, chequea que le queda bien el tamaño. La nena explica que las zapatillas que tiene puestas se las compró su mamá y que también tienen luces. Se para, pisa fuerte y muestra el efecto que hacen las zapatillas. El papá le dice que ahora tiene otro par y que puede llevarlas al jardín. Luego saca de otra bolsa un burbujero y un unicornio”.
“Durante el desarrollo del encuentro la niña se muestra contenta, distendida, verborrágica, incluso tuvo pequeñas interacciones con personal del Juzgado que pasaba por el lugar y le hacen referencias a los juegos, vestimenta y conversaciones que se iban suscitando”.
“Al observar que ya estamos en hora, personal de mesa de entradas se acerca y le solicito que se comuniquen con la mamá para que retire a la niña. Unos minutos después, luego de comunicarse telefónicamente, me informan que la mamá está en el banco haciendo unos trámites”. Mientras tanto, el hombre hacía burbujas y su hija las rompía.
“Habiendo pasado cincuenta minutos más de la hora pactada, alrededor de las 12.50 pm., personal de mesa de entradas se acerca y me informa que se encuentra la señora para retirar a la niña, que se despide de su papá, se sacan una selfie y la acompaño al encuentro de su mamá, haciéndole entrega de todos los regalos. La mamá se encuentra acompañada por un señor, al que le muestra las bolsas y le dice: ´mirá, después de dos años´ (sic). Y luego se dirige a mí y me pregunta: ´¿y cómo fue todo?´ (sic) Contesto que fue todo bien y me pregunta, ´¿y te contó?´ (sic) Le comento a la mamá que hablamos de varios temas, pero que no sé qué tenía que contarme. En ese momento toma la niña de la mano, la mira y le pregunta ´¿No le contaste?´ (sic). Ella permanece de pie, quieta junto a su mamá y baja la cabeza. Le explico a la señora que para el próximo encuentro es importante que respete el horario pactado. Me comenta que tuvo que ir al banco a realizar un trámite ya que fue víctima de una estafa. Nos despedimos”.
Tras recibir este informe del Juzgado de Paz, la Dra. Pippo giró un nuevo escrito al Juzgado de Paz preguntando si lo expuesto por la madre (es decir que en un momento la niña se quedó sola con el padre) resulta verosímil. Evidentemente hay fundadas dudas respecto a lo expresado por la denunciante y tal vez la sensación de que está buscando manipular a la justicia para frenar el proceso de revinculación. La existencia de cámaras de seguridad podría haber sido determinante para echar luz sobre el asunto, pero los trascendidos indican que justo estaban siendo instaladas cuando transcurrió ese encuentro.
La jueza Inés del Valle Rivarola firmó una resolución en la que negó de plano la denuncia formulada. “La revinculación (primera y única) se realizó en la galería de paso, frente a mi despacho, a la vista de todos, y la Lic. Olveira Perotto nunca dejó a la niña sola, ni por un instante. Desconozco los motivos que tuviera (la madre) para hacer la denuncia. Estoy convencida del profesionalismo y responsabilidad de la licenciada, y que lo denunciado nunca existió”.
“Considero que el hecho denunciado es de tal gravedad (no sólo hacia la niña, sino que involucra a este juzgado) que constituye motivo grave que afecta mi imparcialidad, colocándome en una situación que altera el correcto desempeño de mi función” añadió la magistrada.
Por ello, ante el riesgo de generar sospechas en la madre respeto a la objetividad o imparcialidad de futuras resoluciones, la jueza se declaró incompetente para seguir interviniendo en los ochos expedientes que involucran a la pareja por distintos motivos (violencia familiar, comunicación con los hijos, etc,), todos los cuales pasaron a jurisdicción del Juzgado de Paz de Lobos a cargo del Dr. Dr. Laureano Della Schiava.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas