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24 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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En junio la justicia ordenó que “Bocha” volviera al Dardo Rocha, pero la medida no fue cumplida

Tras la negativa del Hospital, el paciente se escapó con rumbo desconocido. La jueza a cargo del caso pidió que la Comisaría informe qué hizo para buscarlo y que el Hospital “colabore”.

Juan Carlos Cabezas vivió en el Hospital Dardo Rocha entre 1988 y 2021.

Desde hace 20 días se desconoce el paradero de Juan Carlos Cabezas, un ex paciente del Hospital Dardo Rocha que en 2021 fue dado de alta. En julio de 2024, al quedarse sin una familia que lo acoja, pidió volver al Hospital de Uribelarrea, donde vivió desde los 25 años, pero la institución no le permitió el ingreso. El 24 de agosto se escapó con rumbo desconocido y desde entonces se encuentra desaparecido.

En las últimas horas el Juzgado Civil y Comercial Nro. 27 de La Plata -a cargo del paciente por su condición de discapacitado- envió oficios a la Comisaría 1ra. de Cañuelas y al Ministerio de Seguridad para que extremen la búsqueda. Asimismo, le envió un pedido al Hospital para que colabore en el proceso.

LOS ANTECEDENTE

Juan Carlos, de 51 años, padece epilepsia y retraso madurativo. A los 10 años, tras el fallecimiento de sus padres biológicos, fue adoptado por la Sra. Lastenia Ibarra (hoy de 87 años) y el Sr. Marcelino Silva (89). En 1988, siendo un adolescente, fue internado en el Hospital Dardo Rocha de Uribelarrea. En 2021, durante la gestión de Guillermo Sperr y Leonel Fangio, recibió el alta.

Inicialmente vivió dos años en Santiago del Estero con una sobrina pero allí tuvo problemas de adaptación, agresividad y comportamientos inadecuados. Aparentemente, asediaba a una vecina y tiraba piedras al techo de viviendas linderas tornando imposible su permanencia allí. Luego pasó a vivir en Cañuelas con sus padres de crianza, un matrimonio añoso con problemas de movilidad y tampoco se adaptó. Escuchaba música a todo volumen, pateaba las puertas y amenazaba con romper vidrios. Cuando lo confrontaban, decía que estaba aburrido y que deseaba retornar a Uribelarrea. 

Por su precaria situación económica Lastenia tampoco podía proveerle los tres medicamentos que necesita (antipsicótico, ansiolítico y anticonvulsivante).

El 10 de mayo se presentó en el Juzgado 27 el Sr. Alfonso Daniel Acosta quien manifestó que había viajado desde Santiago del Estero hasta Cañuelas para buscar a la señora Lastenia Ybarra con el propósito de llevarla a esa provincia, ya que había sufrido varias caídas, que tenía dificultades de movilidad y no tenía quién la cuidada. Acosta refirió que cuando Juan Carlos Cabezas dejó el hospital de Uribelarrea, él lo llevó a Santiago del Estero a vivir con su familia, que estuvo allí por más de tres años y que en el último tiempo se hizo “bastante difícil” la convivencia.

Expuso que en marzo de este año Juan Carlos volvió a vivir a Cañuelas con la señora Ybarra, pero que ella ya no podía cuidar a “Bocha” por su edad avanzada y estado de salud. Un secretario del Juzgado se trasladó hasta la calle 13 e/ 47 y 48 de La Plata para hablar con Lastenia, que permaneció en el auto, impedida de bajar. Con voz quebrada dijo que “le costaba mucho todo” y que ya no podía hacerse cargo de su hijo del corazón.

Antes de retirarse, Acosta informó que Juan Carlos viviría en una pieza que le cedió la familia Silva en la calle Paraguay N° 347 e/ Entre Ríos y San Juan del barrio Los Aromos y aportó un número de teléfono.

IDAS Y VUELTAS

El 27 de mayo el perito psiquiatra Ignacio Forastieri y la perito psicóloga Karina Arcuschin, de la Asesoría Pericial La Plata, dictaminaron la necesidad de internar nuevamente a Juan Carlos. “Los referentes familiares no pueden garantizar los cuidados que requiere. Las alteraciones conductuales no son agudas por lo cual la medida adecuada es el ingreso a un dispositivo de internación para personas con discapacidad. Al no contar con cobertura médica con prestaciones sociales debe retornar al Hospital Dardo Rocha de Uribelarrea o los dispositivos con los que cuenta es la medida adecuada de carácter urgente”, señala el dictamen de los especialistas.

El 31 de mayo la jueza Dra. Alejandra Salvioli ordenó que “se arbitren las medidas necesarias para el retorno del causante al Hospital Dardo Rocha de Uribelarrea o -en caso de imposibilidad- ingreso del mismo a un dispositivo de internación para personas con discapacidad”; y designó a la Dra. Natalia Vecchioli como curadora para acompañar el proceso.

El 12 de julio, al no haberse cumplido la medida ordenada el 31 de mayo, la jueza intimó a la Curaduría Oficial de Alienados que en el término de 72 hs. informe las gestiones realizadas y resultado de las mismas, tendientes al retorno de Cabezas al Hospital Dardo Rocha.

El 15 de agosto la jueza volvió a insistir requiriéndole a la Curadora oficial que continuara con las acciones y gestiones a fin de efectivizar el reingreso de Cabezas al nosocomio. A esa altura ya había quejas de los vecinos del barrio Los Aromos por los comportamientos de “Bocha” (deambulaba con un palo molestando a vecinos, etc.).

Se desconoce por qué motivo entre junio y agosto el Hospital Dardo Rocha no cumplió con la medida ordenada por la Justicia, a pesar de que -como se informó en este portal- Bocha concurrió al Hospital diariamente durante dos meses y medio, pidiendo que lo dejaran quedarse.

Cuando la justicia pedía internar nuevamente a Cabezas, Sperr envió una nota en la que negó que el paciente tuviera ganas de volver.

InfoCañuelas accedió a una nota que el ex director del Hospital, Guillermo Sperr, le envió a la jueza comentando que efectivamente Juan Carlos iba diariamente al Hospital, pero que lo hacía a modo de visita de cortesía y que nunca había expresado su intención de quedarse. Concluyó que existía una “desinformación” en su núcleo familiar. Del tono de la nota se desprende Sperr no quería re-internar al paciente, posiblemente porque fue él quien impulsó el programa de externación.

Un mes después (16 de agosto), cuando Sperr ya no estaba a cargo de la Dirección (fue designado en el Hospital de Lobos), el director interino Leonel Fangio envió un nuevo escrito a la jueza proponiendo, como excepción, una especie de internación de día, con tareas de huerta, carpintería, y provisión de medicamentos. Además, dijo que se comunicaría con la Dirección de Desarrollo Social del Municipio de Cañuelas para gestionar un lugar de vivienda.

Los peritos oficiales del Juzgado (el psiquiatra Forastieri y la psicóloga Arcuschin) aceptaron esta tardía propuesta de Fangio. “Consideramos que podría probarse la alternativa propuesta, por el plazo de 30 días, hasta ubicar el lugar especializado para su alojamiento, siempre y cuando se lleve a cabo con una supervisión constante de equipo asistencial que incluya provisión de la medicación y control de su toma así como apoyo a los familiares a cargo” señalaron.

El dispositivo de internación diurna propuesto por Fangio.

LA BÚSQUEDA

Cuando se pretendía poner en práctica este dispositivo ofrecido por Fangio, el 24 de agosto un integrante de la familia Silva denunció que Cabezas no regresó al lugar donde dormía. Desde entonces está desaparecido.

El 4 de septiembre el Juzgado 27 le envió una notificación al Ministerio de Seguridad para que “se proceda a la urgente e inmediata búsqueda” y otra al Hospital Dardo Rocha para “colabore” en el operativo.

La Comisaría de Cañuelas también recibió un oficio del Juzgado en el que se ordenaba que en un plazo de 72 horas tenía que elevar copia de la denuncia realizada por el Sr. Jorge Silva y un informe de las medidas adoptadas para buscar a Cabezas.

Otra notificación fue girada a la Municipalidad de Cañuelas para que informe si recibió alguna comunicación el Dardo Rocha destinada a resolver su situación habitacional.

No hay, hasta el momento, datos sobre el paradero del muchacho. El 11 de septiembre al mediodía el Juzgado 27 recibió el llamado de una mujer de Cañuelas, de nacionalidad chilena, domiciliada en la calle Castelli, quien afirmó que su hijo había visto a Cabezas el sábado 7 de septiembre en la zona de la estación ferroviaria.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas