Darío Apesteguía pasaba sus vacaciones en Córdoba. Todavía le quedaba casi una semana de descanso en las sierras cuando recibió un llamado demoledor: le avisaban que le habían desvalijado su casa, en el barrio Morgante. Se tomó un par de horas para tranquilizarse y emprendió el regreso en calma.
Ante un llamado de InfoCañuelas, contó los detalles de lo ocurrido. “El robo fue el sábado a la madrugada. Mi papá se había pegado una vuelta el viernes a la tardecita y el sábado, cuando volvió a ir, se encontró con la casa revuelta. Se llevaron todo lo que pudieron, desde un televisor de 43 pulgadas que estaba amurado a la pared con un soporte; hasta una play, la computadora, bafles, relojes y algo de plata en efectivo”.
Por la magnitud del robo se cree que usaron algún vehículo, pero si bien hay vecinos viviendo en la parte de atrás y en los alrededores, nadie vio ni escuchó nada.
La presunción es que un delincuente menor de edad de cuerpo menudo entró por una pequeña ventana del baño y que desde el interior abrió una puerta con una llave de repuesto que estaba colgada de un portallaves.
Ahora, a la luz de lo ocurrido, Apesteguía se lamenta no haber tomado las precauciones de años anteriores. “En otras vacaciones repartí los objetos de valor entre varias casas o le pedí a alguien que se quedara a cuidar de noche. Tal vez para no molestar o para no poner a nadie en riesgo esta vez no lo hice. Es la única autocrítica que me hago: haberme confiado tanto. Y me queda la bronca de que uno hace un esfuerzo por tomarse un descanso al año y te lo parten al medio”.
A pesar del mal momento la víctima destacó que fue bien atendido por el personal de la Comisaría 1ra. y la Policía Científica. “Les di todos los papeles de los objetos que me robaron para poder recuperarlos por si hacen algún allanamiento”, concluyó.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas