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Viernes a las 22.40. Luego mantener una video llamada con familiares que se encuentran aislados por Covid, Alejandra se disponía a cenar con su hijo de 13 años cuando aparecieron en la cocina cuatro hombres armados con pistolas que a los gritos les ordenaron mirar hacia abajo y darles la plata. Así comenzó una secuencia de terror que luego se extendió en la casa vecina, donde vive la familia de su hermana.
La entradera ocurrió en dos casas contiguas ubicadas sobre la Av. Brown de Vicente Casares, a metros del arroyo. Es una zona oscura sin alumbrado público, a pesar de que la calle es la principal vía de acceso a la Autopista.
“Salí a prender la bomba y cuando entré no cerré con llave. Cuando estábamos por cenar los delincuentes entraron por esa puerta del costado. Manotearon unas viseras que tenía sobre el lavarropas y se las pusieron. Entre las gorras y los barbijos no se les veía la cara. Me pedían la plata de los terrenos. Les expliqué que somos laburante, que estaban confundidos, así que lo ataron a mi hijo y empezaron a revolver la casa. Habrán estado como 40 minutos, que para mí fueron eternos” contó Alejandra a InfoCañuelas.
Durante la secuencia llegó el hijo mayor de Alejandra, dueño de un lavadero en la zona, quien también fue reducido y maniatado.
Finalmente se llevaron algo de dinero que hallaron en la cocina, un secarropas, una máquina de coser, una play y una balanza digital entre otros objetos que cargaron en el auto de su hijo, un Fiat Palio gris de cinco puertas.
Antes de retirarse en el vehículo con todo el botín, le pusieron una pistola en la cabeza a Alejandra y la obligaron a caminar hacia la casa de al lado, donde vive su hermana Yanina.
Al cabo de dos o tres intentos (Yanina vive en una casona antigua por lo que al principio no escuchó los golpes en la puerta) los delincuentes redujeron a la segunda familia con la misma modalidad. En este caso se llevaron dinero, un plasma de 50 pulgadas, patines, una motosierra, equipo de música y bafles, teléfonos y una colección de cuchillos antiguos entre otros elementos que también cargaron en el Palio
Cerca de la medianoche las víctimas se dirigieron a la Comisaría 2da. de Máximo Paz donde estuvieron hasta las 5 de la mañana realizando la denuncia. Este sábado aún siguen con los ambientes revueltos, sin poder ordenar, a la espera de la Policía Científica.
Alejandra destacó que la zona es sumamente oscura, por lo que reclamó que el municipio coloque luminarias sobre la Avenida Brown. “Seguramente cuando salí a encender la bomba estaban escondidos entre los pastizales, observando nuestros movimientos. Es una zona muy habitada y transitada que sin embargo es una boca de lobo”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
