Silvia Rocca, vecina del barrio Etchebehere, denunció que el domingo al mediodía fue agredida físicamente por una clienta en el supermercado chino de la Av. Del Carmen (conocido como “Chino Amarillo”) y que luego se dirigió a la Comisaría de la Mujer, donde no pudo radicar la denuncia. Además, aseguró que en el comercio tampoco quisieron entregarle las imágenes de las cámaras de seguridad.
En diálogo con InfoCañuelas, la mujer relató que se hallaba en la fila de la vereda, con el barbijo colocado, con unas 5 personas adelante y conservando la distancia interpersonal. “De pronto la mujer que tenía adelante, a la que no conozco, me empezó a gritar que la iba a contagiar, que ella no se quería morir y un montón de cosas. Como temí por mi integridad física, ingresé al local y desde afuera me hacía gestos para que saliera. Minutos más tarde, mientras recorría las góndolas con el changuito, esta persona vino y me empezó a chocar con su changuito”.
La extraña situación no quedó allí, sino que se prolongó al momento de hacer la fila para pagar. “Cuando estaba cerca de la caja me tomó del brazo, le empecé a decir que me soltara y cuando me di vuelta me dio una trompada en la cara, me lastimó el ojo y la boca. Yo hacía fuerza para sacármela de encima. Algunos clientes intervinieron para separar y mi marido le pidió que se fuera”, añadió Silvia.
Rocca agregó que su agresora no tenía barbijo colocado y que en el changuito sólo le vio tres botellas de vino. “Creo que esta mujer estaba borracha o no estaba en sus cabales”.
La víctima destacó que en ningún momento los dueños o empleado del supermercado chino intervinieron para evitar el conflicto. Tampoco accedieron a llamar a la policía, como pidió Rocca; ni aceptaron entregarle las imágenes de las cámaras de seguridad.
“Luego fui a la Comisaría de la Mujer a radicar la denuncia. Estaban ateniendo a un chico esquizofrénico que necesitaba asistencia en el Hospital Marzetti y como la espera se estaba haciendo demasiado larga, me tomaron el nombre y el teléfono diciendo que me llamarían para hacer la denuncia, pero no me llamaron”.
Cuando ya eran casi las 2 de la tarde Rocca volvió al supermercado para insistir con el pedido de las imágenes de video. “Me dijeron que esas imágenes no se podían dar y me cerraron la puerta en la cara con candados”.
Por último, Rocca consideró que el comercio debería recibir alguna sanción o apercibimiento por parte del municipio. “Los dueños y empleados no reaccionaron como corresponde ante la situación que estaba ocurriendo”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas