El 11 de agosto pasado el juez Hernán Decastelli, titular del Tribunal Oral 1 de La Plata, condenó al sacerdote salesiano Carlos Gabriel Bareuther a la pena de 3 años de prisión en suspenso por abuso sexual simple (tocamientos) contra la alumna del colegio Santa María, Rosario F.
En 2018 Bareuther, perteneciente a la congregación salesiana, se desempeñaba como capellán del complejo parroquial por disposición de monseñor Gabriel Barba, obispo de la Diócesis de Gregorio de Laferrere a la que pertenece Cañuelas.
A pocos días de la sentencia la mamá de la víctima, Patricia Martínez, solicitó una entrevista con el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge García Cuerva.
“Me comuniqué con el Arzobispado y la respuesta fue que me recibirán en octubre. Mi objetivo es poder hablar con él para saber cuál va a ser el futuro del sacerdote que acaba de ser condenado y poder expresarle todo lo que pasó en mi familia en todos estos años, desde el sufrimiento de Rosario, el sufrimiento de su hermano Matías, el deterioro de la salud de mi marido y la muerte de mi hijo mayor, Diego Paiva. Él estaba muy mal y me decía que no iba a dejar pasar esto. Falleció de un infarto en 2019. Se fue viendo sufrir a Rosario”.
En simultáneo Patricia publicó una carga que publicamos a continuación.
A la comunidad de Cañuelas
El 11 de agosto de 2023 -cuatro días antes de que se cumplieran cinco años de angustia por el horror que me causó la terrible situación por la que atravesó mi hija- la justicia “condenó” al sacerdote / capellán / abusador que ejercía en el Colegio Santa María. La justicia probó que mi hija no mentía.
Creo que es el momento de agradecer a las niñas que organizaron una masiva marcha en Cañuelas; y a las familias que acompañaron a sus hijos e hijas ese día. Gracias.
También gracias a todas las personas que en calidad de testigos expresaron la verdad y no mintieron, aún sin ser convocados por nosotros sino por la defensa o la Fiscalía (nosotros no presentamos testigos).
Gracias a los medios de comunicación que nos acompañaron e hicieron que este caso no quedara impune. Especialmente gracias a mis abogados Dres. Juan Fontana e Isidro Digdanian.
Hoy me gustaría haber incluido en este agradecimiento:
-a la Iglesia (Obispado de Gregorio de Laferrere);
-al colegio Santa María;
-a los intendentes de Cañuelas y La Matanza.
Pero con dolor y asombro no puedo hacerlo porque pese a tener las 81 fojas de la condena en mis manos, nadie se ha comunicado con nosotros. Todavía están a tiempo de hacerlo. La justicia se ha expedido: es culpable. Está probado.
A partir de ahora, a pesar del miedo a represalias, seguimos unidos como familia y trataremos de seguir adelante, sanar y aprender que detrás de un mate, un termo y una contención no siempre hay buenas intenciones.
Por último quiero transmitirles que siempre escuchen a sus hijas, que las observen, que las acompañen y que por sobre todas las cosas, jamás duden de ellas. Creamos en nuestras niñas para que no sea demasiado tarde.
Patricia Martínez.
RESPUESTA DESDE EL OBISPADO
Ante un llamado de InfoCañuelas, el administrador diocesano de Laferrere, pbro. Fabián Urueña, se refirió a la condena judicial.
“El padre Bareuther es un sacerdote que pertenece a la obra de los salesianos. En un momento estuvo trabajando con nosotros, no solamente en el Santa María sino haciendo otros servicios en la diócesis, específicamente en el barrio Nicole. Pero él nunca estuvo incardinado en la diócesis sino que a partir de un contrato con los salesianos estuvo con nosotros haciendo una experiencia. Es un sacerdote muy apreciado por todo el trabajo social que hacía en los barrios. Cuando sucedió esto se decidió esperar la resolución judicial y a partir ese ese momento comenzó a vivir en el patronato de los padres salesianos en Isidro Casanova”.
Sin particularizar en el caso de Bareuther, Urueña explicó que “Todos los casos de estas características son remitidos a Roma, allí hay una congregación para el clero que recibe estos casos y por supuesto hay un camino canónico que hay que hacer. En este sentido creo que la iglesia dio pasos importantísimos en los últimos 20 años. Benedicto XVI fue quien se puso al frente del drama de los abusos, no solo en la Iglesia, sino en ámbitos familiares y Francisco sigue la misma línea. Tanto Benedicto como Francisco pidieron perdón a las víctimas, y si hay que hacerlo en este caso, se hará. El tema está siendo tratado y siempre nos atenemos a lo que la justicia determina”.
Por último, Urueña explicó que la Iglesia, antes de tomar alguna medida contra Bareuther, esperará que el fallo judicial quede firme. De hecho, se cree que esta semana el defensor del sacerdote, Horacio Gustavo Velaz, presentará la apelación.
Mientras tanto, agregó Urueña- “el sacerdote, el consagrado o el laico queda suspendido en su trato con los demás, en su ministerio público, no privado. Puede celebrar misa en la capilla donde vive, pero no puede hacerlo públicamente”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas