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22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Garantías le concedió la detención domiciliaria a Sack, el hombre que chocó y mató a dos personas en Ruta 3

La medida fue apelada por el fiscal Lisandro Damonte. Ahora deberá resolver la Cámara.

El vehículo que conducía el empresario Sack.

El juzgado de Garantías 8 de Cañuelas, a cargo del Dr. Martín Miguel Rizzo, otorgó la detención domiciliaria para Ariel Oscar Sack, el hombre que está acusado de embestir y matar a dos personas en el semáforo de la Ruta 3 ubicado a la altura de los barrios Santa Rosa / San Esteban.  La resolución fue apelada por el fiscal Lisandro Damonte, por lo que ahora se espera que resuelva la Cámara de Apelaciones.

Como se recordará, el jueves 12 de marzo un Ford Kuga que circulaba a alta velocidad en sentido Cañuelas-La Matanza impactó en la parte trasera de dos autos que se hallaban detenidos sobre la calzada, ante el semáforo en rojo.

Como resultado del impacto murieron dos integrantes de una familia de Virrey del Pino que iban en un VW Gold Trend: Yamila Melendres, de 23 años, y su madre Liliana Altamiranda, de 54, en tanto que el conductor Matías Melendres, hermano de Yamila, fue internado con lesiones graves.

El conductor del Ford Kuga, Ariel Oscar Sack, quedó detenido. El test de alcoholemia realizado por personal del Destacamento Vial arrojó que tenía 2.25 gramos de alcohol en sangre (el máximo permitido para conductores de autos es 0,5 g/l).

 


Sack fue alojado en el Destacamento de Los Pozos. Unos días más tarde la Auditoría de Asuntos Internos (AGAI) realizó una inspección ante una denuncia anónima que sostenía que el empresario -propietario de un supermercado mayorista- estaba allí con algunos beneficios en una dependencia no preparada para tener presos. Fue así que Sack fue trasladado al Destacamento de Alejandro Petión, donde continúa alojado como un preso común. El fiscal Lisandro Damonte ya solicitó la prisión preventiva.

Tras un pedido de la defensa, el juez Rizzo negó la excarcelación pero otorgó una detención domiciliaria que fue apelada por Damonte. Ahora el expediente está siendo analizado por la Cámara de Apelaciones, que en los próximos días resolverá si el imputado continúa en su casa o en una unidad carcelaria.

El fiscal y el juez también discrepan en cuanto a la calificación del delito. Rizzo consideró que se trata de un homicidio culposo mientras que Damonte, en su pedido de prisión preventiva, planteó que se trata de un homicidio con dolo eventual. Hay una delgada línea que separa uno de otro: en el primero la persona puede representarse el peligro pero no tiene intención de causar la muerte; en el segundo, la persona se representa el resultado de muerte que puede tener su accionar y lo acepta como probable sin resignar la conducta riesgosa.

Las penas son muy distintas en uno u otro caso: 6 años de máxima en el homicidio culposo contra 8 años de mínima y 25 de máxima en el homicidio con dolo eventual.

Si bien en el expediente la calificación ya está fijada como “homicidio culposo”, una vez que la causa llegue a juicio oral el Ministerio Público podrá seguir sosteniendo el planteamiento de Damonte o bien inclinarse por la posición de Rizzo.

Matías junto a su madre y su hermana.

EL RELATO DE UNA VÍCTIMA

El 12 de marzo, alrededor de las 17 hs., Matías Melendres manejaba en dirección a su casa, en Virrey del Pino. Viajaba junto a su hermana, en el asiento del acompañante, y su madre, en la parte de atrás. Yamila sufría Síndrome de Williams, por lo que Matías hacía ese camino todas las semanas para llevarla un centro asistencial de Lobos.

“Lo único que me acuerdo es que el semáforo estaba en rojo y que paré en la mano rápida. Adelante mío había otro auto, blanco, y al lado tenía una camioneta de transporte escolar. Le comenté algo a mi hermanita y de pronto sentí una explosión. Estuve varios minutos inconsciente. Cuando me desperté me estaba hablando un policía. Yo intenté hablarle a mi hermanita. En eso me llamó mi hermano, le dije que habíamos tenido un accidente pero que no me acordaba si yo me había quedado dormido. Entonces un muchacho se acercó y me contó que nos habían chocado” relató Matías a InfoCañuelas.

Además, contó que en un momento vio a varias personas que querían pegarle a Sack. Entonces la policía lo esposó y se lo llevó en un patrullero.

Matías conocía a Sack de vista, ya que en algunas oportunidades paró a almorzar en la parrilla “La Mercedes” que Raúl Melendres y sus hijos tienen en el kilómetro 43, cerca de la planta de Mercedes Benz.

Además de la conmoción cerebral Matías sufrió la fractura de tres costillas. Estando internado en el Hospital Cuenca Alta pidió que lo dejaran ir para asistir al velatorio de su madre y su hermana. Varios días después del hecho volvió para que lo revisaran. “Me dieron suero y unas pastillas porque no puedo estar del dolor, me agito, no puedo respirar. Y también tengo la cabeza en cualquier lado. Todavía no caigo muy bien en lo que pasó”.

Escrito por: Redacción InfoCañuelas