“Últimamente volvía a la casa drogado o borracho. Nos enteramos que la desvestía para revisar si ella había estado con otro hombre. Es un tipo celoso enfermo y psicópata”. Con esos términos un cuñado de Romina Ruiz Díaz describió la conducta de Mauricio Wilvers, el hombre que quedó detenido por el femicidio de su esposa.
Ernesto, marido de la hermana de Romina, contó a InfoCañuelas que el ataque se produjo el jueves a las 6 de la tarde en la casa familiar de Pueyrredón al 400 del barrio Peluffo, donde vivían desde hacía 7 años.
“Le dio tres puntazos adelante de sus hijos. Ella murió en el Hospital a las 10 de la noche. A esa hora nos avisó una maestra de la Guardería a la que va uno de los nenes”.
“Había antecedentes de violencia de género, ella a veces acudía a nosotros pidiendo ayuda económica o para contarnos, pero nunca quiso denunciar, siempre apostaba a sostener la familia y que él iba a cambiar. Ojalá se pudra en la cárcel. Mi cuñada era una mujer sin maldad que vivía para su familia”, agregó Ernesto.
Además, confirmó que cuando concurrieron a reconocer el cadáver en la morgue, el médico les exhibió moretones que Romina tenía en la espalda, de data reciente.
Fuentes oficiales aseguraron a InfoCañuelas que no hay denuncias por violencia de género presentadas por Romina ni en Cañuelas ni en La Matanza, de donde era oriunda.
Ernesto también relató que Romina hacía tiempo quería mudarse para estar más cerca de sus familiares, en Isidro Casanova. “Habían alquilado una casa en el 28 y se estaban por mudar. Ella estaba muy contenta. Hasta donde sabemos, él estaba de acuerdo, pero ahora que pasó todo esto quizá él no quería y en silencio fue preparando este crimen”.
Romina y Wilvers tenían dos hijos varones de 14 y 3 años y una beba de un año y medio. Ella era enfermera pero el año pasado había dejado de trabajar para cuidar a su bebé. Tenía un emprendimiento de venta de productos de limpieza para ayudar en la economía del hogar.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas