Una secuencia de fuerte tensión se vivió el sábado al atardecer en la plaza San Martín de Cañuelas cuando la policía retiró una carpa y varios tambores que habían sido colocados por la familia de Vanesa Garay, la joven encontrada muerta en el Monte Mathieu. Según la investigación judicial, la chica murió como resultado de un suicidio pero en su entorno no lo aceptan y exigen que la investigación continúe.
“Un grupo de personas se encontraba realizando batucadas con tachos metálicos tornándose insostenible la convivencia para vecinos y comerciantes. A raíz de varias denuncias contravencionales, el juez de Faltas Fabián Silveti ordenó el desalojo del espacio público y el secuestro de todo elemento utilizado, como así también intimar al grupo a cesar con los disturbios” dijo a InfoCañuelas un vocero del operativo.
Poco después de las 19 el jefe del GAD les ordenó a Sergio Garay –el padre de Vanesa– y a Darío Chaves –tío de la joven– que dejaran de golpear unos tachos de 200 litros que se habían colocado sobre Del Carmen, interrumpiendo el tránsito. Ante los gritos de Mónica Chaves, la mamá de la joven, un grupo de la Guardia Urbana comenzó a cargar los tanques sobre un camión y a desarmar el gazebo instalado sobre un vértice de la plaza, frente al palacio municipal.
Mientras el grupo lanzaba todo tipo de insultos hacia el comisario Rolón y demás efectivos acusándolos de pertenecer a la “dictadura” y de no perseguir a los “asesinos” de Vanesa, Sergio Garay se resistió a entregar el tanque sobre el que seguía golpeando con un palo. Acto seguido tomó un pequeño objeto cortante y se autolesionó el rostro provocándose cortes en la frente y mejilla. Si bien arribó una ambulancia del Hospital Marzetti, se negó a recibir asistencia médica.
Finalmente los efectivos se llevaron todos los materiales (cinco tachos, una carpa, banderas, baldes y palos) mientras los manifestantes permanecieron unos minutos encadenados en el suelo frente al cordón policial, asegurando que no se irían.
Ya cuando la noche caía y los curiosos se habían dispersado, Darío Chaves –ex candidato a intendente por el espacio de Guillermo Moreno– comenzó a gritar que Vanesa Garay fue asesinada “por el hijo del poder” y que el municipio sería intervenido.
Un resultado que la familia no acepta
Vanesa Garay, de 38 años, se fue de su casa el 26 de octubre de 2023. El 17 de febrero el cadáver fue encontrado en el Monte Mathieu, a pocas cuadras de donde vivía.
El hallazgo se produjo luego de que un perro arrastrara el cráneo hacia la vereda. Un transeúnte lo vio y avisó a la policía, que luego encontró huesos con restos de piel seca distribuidos dentro del monte, en un radio de varios metros. Junto con los restos había 47 blisters vacíos de pastillas, la ropa, las ojotas y la cartera de la víctima.
Si bien el estudio toxicológico no arrojó ningún dato certero porque prácticamente no había tejido para analizar, desde un primer momento la Fiscalía entendió que se trataba de un suicidio. Para llegar a esa conclusión se tomó en cuenta una nota que dejó Vanesa antes de irse con un mensaje de despedida para sus seres queridos.
Asimismo, declaró en el expediente un joven del Gran Buenos Aires con el que Vanesa mantuvo una amistad virtual. Dijo que en más de una oportunidad ella le expresó que no tenía ganas de seguir viviendo.
A pesar de esa línea de investigación, la primera abogada de la familia Garay, Marcela Cano, expresó sus dudas. Dirigió las sospechas hacia un hombre de Cañuelas vinculado al tráfico de drogas con el que Vanesa tuvo alguna relación tiempo atrás. La actual abogada de los Garay, Florencia Arietto, también abonó esa hipótesis.
Por otro lado, las abogadas de la familia siempre sostuvieron que era imposible que el cuerpo pudiera haber permanecido en el Monte Mathieu sin ser visto desde el exterior, por lo que consideraron que fue “plantado”. Una pericia realizada en septiembre de 2024 determinó que por la altura de los pastizales y arbustos era totalmente plausible internarse en el monte sin ser advertido desde la calle.
En junio de 2024 el estudio comparativo de ADN realizado entre los restos hallados en el Monte y la sangre extraída a los progenitores de Vanesa determinó, con un 99,99 % de certeza, que el cadáver era el de la joven, pero la familia entiende que hubo una manipulación y reclama una nueva pericia.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas