El prolongado conflicto judicial y societario que atraviesa al Hotel Vicentina (ex Cañuelas Hotel) sumó un nuevo capítulo.
Durante una audiencia de testigos en la causa por desalojo que se tramita en el Juzgado Civil y Comercial 5 de La Plata, Yamila Salech, heredera del 50 % del Hotel, declaró que en 2020 vendió su parte del inmueble a Juan Carlos Iglesias y que una de las razones por las que tomó esa decisión fue que su hermano Farid le impedía participar en el negocio del que eran socios en partes iguales.
Nelson Peralta Ramos, abogado del demandado Iglesias, intenta demostrar que no existe usurpación ni ocupación ilegal sino una simple operación de compra venta. Para ello ofreció como testigos a Yamila y a la escribana Ivana Piskulic, titular de una escribanía de Gral. Las Heras donde se firmó el boleto.
“Con mi hermano no tengo relación. Le dije que quería vender y cuando lo hice, se enojó y dejó de atenderme el teléfono” dijo Yamila Salech durante la audiencia virtual.
“Vendí por motivos económicos y porque quería desligarme. No tenía ninguna participación en la empresa. No podía meterme. Mi hermano no me permitía trabajar, opinar ni pedir informes. No tenía acceso a nada” agregó, visiblemente nerviosa.
Si bien aseguró que habló “mil veces” con él para componer la relación, reconoció que no tiene ninguna documentación escrita, reclamo administrativo, mail ni WhatsApp que demuestre las desavenencias comerciales. “No quería tener problemas con él. Quiero vivir tranquila. Fallecieron nuestros padres, estoy cansada, me quiero olvidar de todo”, concluyó.
Durante la breve declaración de la joven, de 31 años, su hermano no estuvo presente (se conectó más tarde). Por dificultades de conexión tampoco participó Iglesias.
En segunda instancia declaró la escribana Piskulic, quien reconoció haber intervenido en la firma del boleto y haber realizado dos actas de constatación en el Hotel. En la primera visita dijo que una mucama les impidió el ingreso y que en una segunda oportunidad se decidió cambiar las cerraduras porque alguien había roto un vidrio de un piedrazo.
Precisamente el cambio de cerradura es una de las circunstancias que la querella señala para sostener la figura de la una usurpación. La escribana aseguró que pegó un acta en la puerta informando a Farid Salech del cambio de cerraduras y poniendo un juego de llaves a su disposición, pero ante las insistentes preguntas del abogado querellante José Luis Fernández, reconoció que no le consta que Farid se hubiera notificado.
Cuando el secretario del Juzgado 5, Luis Javier Coto, les ofreció a los abogados la posibilidad de conciliar, Peralta Ramos lo rechazó en forma terminante: “Sucedieron hechos graves, como la irrupción violenta por parte del actor en el hotel, que hasta salió en televisión. Está cerrada toda posibilidad de conciliación”.
-Lo que pasa es que partimos de la base de que acá hay una usurpación- replicó Fernández.
-Eso está sometido a la decisión judicial, intervino Coto.
En la Fiscalía 2 de Cañuelas se mantiene abierta una segunda causa contra Iglesias, por usuarpación y amenazas. En este expediente la fiscal Norma Pippo también ordenó citar a Yamila Salech como testigo.
PERIMETRAL RECHAZADA
El juez Martín Miguel Rizzo rechazó la restricción de acercamiento contra Farid Salech solicitada por el sereno del Hotel Vicentina, de apellido Gutiérrez.
El empleado reclamó la medida luego del incidente ocurrido el 22 de agosto, cuando un grupo de personas de La Matanza rompió la puerta y realizó pintadas en la fachada del establecimiento, lo que fue transmitido en vivo por Crónica TV.
Rizzo consideró que no está acreditado que Salech haya sido el organizador de la revuelta, por lo que desestimó el pedido.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas