“Cuando leímos el caso de la bebita de Cañuelas vendida en Córdoba notamos que mucha gente lo naturaliza y lo plantea como si fuera una adopción, pero no es así. Lo que ha ocurrido es lisa y llanamente una apropiación que viola los derechos humanos, que cercena la identidad. Nos quedamos con la foto del bebé pero no pensamos que ese bebé va a crecer en un mundo de mentiras y que su vínculo familiar surgió de un delito. Fue considerado un objeto que se puede comprar y vender”.
De esta manera Antonio Romeo, integrante de la ONG “Colectivo Mendoza por la Verdad” se refirió al caso de Sofía, la bebé de 12 días que fue entregada por sus padres a una mujer de Villa Giardino, provincia de Córdoba, a cambio de 500 mil pesos. Tras ser rescatada en el marco de un operativo interprovincial, las tres personas que participaron en la operación de compra-venta quedaron detenidas por Supresión de la identidad y otros delitos conexos.
Romeo es papá adoptivo de dos niñas que tenían 5 y 13 años cuando formaron la familia. La mayor hoy es docente y lo convirtió en abuelo. Desde 2014, junto a la ONG que integra, viene bregando por modificar el proceso de adopción en la Argentina, para hacerlo más ágil y humano.
“Hemos logrado muchas mejoras a partir del nuevo Código Civil y Comercial. La gente se quedó con la imagen del pasado y piensa que sigue siendo muy difícil adoptar. La realidad es que todos los Registros provinciales de adopción trabajan coordinados con el Registro Nacional y ahora se aplican otros tiempos, con la visión de que el niño es sujeto de derecho y eje central de la adopción. Ahora se manejan los tiempos del niño, no de la pareja, y se trabaja el proyecto de familia. Si tu proyecto de familia es un bebé, el proceso de adopción será más largo; pero si se contemplan distintas edades, el proceso se acorta a tres años”.
Además, destacó que antes de concretar la adopción “se trabaja con la pareja que quiera adoptar, para derribar mitos y miedos; y a su vez se trabaja con el niño derribando el tabú de la adopción”.
Volviendo al reciente caso de Sofía, Romeo diferencia el proceso de adopción de la apropiación por un elemento fundamental: en la adopción interviene la justicia, que le dará al niño el derecho de conocer el día de mañana a sus padres biológicos, si así se lo propone.
“A los represores le dieron en muchos casos cadena perpetua por apropiarse de niños; y a estas apropiaciones que vemos en democracia se las considera una adopción ilegal, un concepto mentiroso. Lo que hay acá es un delito. Yo entiendo que para la mujer que compró y para los padres que vendieron resultará difícil aceptarlo, pero cometieron un delito”.
Romero cree que mucha gente apoya estos procedimientos ilegales “porque no se informan o porque consideran que es vergonzante no poder procrear, pero no es así. ¿No pudiste procrear biológicamente? Tenés la opción de la adopción. Hay cientos de organizaciones en todo el país y organismos del Estado que van a acompañar a aquellas parejas que quieran elegir el camino de la legalidad”.
¿Cuál es el primer paso para iniciar la adopción? Romeo explica que hay que anotarse en el Registro Provincial de Adoptantes (en el caso de la Provincia de Buenos Aires se accede mediante este link) luego se deberá concurrir en forma presencial mediante un turno asignado, se deberá demostrar que uno podrá mantener a ese hijo, se hará un curso de capacitación y se trabajará el proyecto de familia. “Tenemos que pensar en la familia real, no en la ideal. Las parejas que buscan adoptar deben estar abiertas a recibir chicos de 5, 10 o adolescentes y no pretender sólo bebés. Lo importante es que el niño crezca en la verdad”.
Por último, Romeo destacó que la ONG “Colectivo Mendoza por la Verdad” está bregando para que a nivel nacional la compra o venta de niños sea reconocido como delito de derechos humanos y que se apliquen penas más duras (hoy oscilan entre los 6 y 10 años de cárcel y son delitos excarcelables). Además, piden que se sancione una ley que avale la búsqueda de la identidad.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas