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23 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Los Aromos: violento asalto a un remisero

Dos jóvenes armados sustrajeron un Fiat Uno perteneciente a un chofer la empresa La Familia. El dueño de la agencia reclamó protección para las empresas que trabajan en horario nocturno. Es el tercer robo de esta modalidad que se registra en pocos días.

El Fiat Uno Fire patente JSA 535, propiedad de Diego Pérez.

El propietario de la empresa de remises La Familia, Rogelio Daniel Plá, fue víctima de un violento asalto perpetrado por dos jóvenes armados que le sustrajeron el automóvil -un Fiat UNO de color gris- en la noche del 2 de abril.

Todo comenzó a las 23.20 cuando los presuntos pasajeros se presentaron en la base de la agencia ubicada en San Vicente 612 casi esquina Belgrano.

"Le dijeron al telefonista que iban para el barrio Los Aromos. Ya de entrada comencé a sospechar porque no les veía cara conocida y no indicaron ninguna dirección puntual. Cuando pasamos el primer lomo de burro de la calle Einstein les pregunté hacia dónde íbamos y me dijeron que doblara en la esquina de la farmacia (Lope de Vega) y luego me indicaron que siguiera cuatro cuadras y dos a la izquierda. Seguían sin mencionarme una calle, numeral o apellido, por lo que comencé a sospechar cada vez más", relató Plá a InfoCañuelas.

Pensando que sus pasajeros sólo le robarían el dinero, discretamente comenzó a sacar los billetes de la billetera que llevaba entre sus piernas y los colocó en el lateral de la puerta.

"Doblé en San Juan, como me habían dicho y ahí volví a preguntarles hacia dónde íbamos, para probarlos. Seguían sin dar precisiones y yo empecé a imaginar cómo sacármelos de encima. Hasta pensé en meterme de trompa en una zanja".

Luego de vagar sin rumbo, cerca de De la Rosa esquina Entre Ríos los delincuentes sacaron a relucir sus verdaderas intenciones. Uno de ellos apoyó un revólver 38 cromado en la nuca del chofer y lo obligó a detenerse en 1ro. de Noviembre y Entre Ríos, debajo de un farol del alumbrado público. Mientras lo sostenían del cuello y le continuaban apoyando el caño frío en la cabeza, le pidieron el dinero. Plá pensó en agarrar el Nextel y pedir ayuda, pero no lo tenía al alcance de la mano. En medio de esa maniobra pasaron dos autos, uno de ellos un Renault 12 blanco destartalado cuyos faros iluminaron el interior del habitáculo, lo que hizo que los delincuentes ocultaran momentáneamente el arma para no ser vistos.

Cuando se hicieron de los billetes, lo obligaron a bajar y a caminar delante del auto. Al remisero le corrió un sudor frío.

"Me hicieron avanzar algunos metros sin mirar para atrás mientras me hablaban desde el coche. Pensé que me iban a pegar un tiro por la espalda. Aceleraron, me pasaron finito y se escaparon en dirección a la Finaco".

Ya más tranquilo caminó unos metros por Entre Ríos y en una casa había gente afuera. Sin dudarlo lo ayudaron y le prestaron un teléfono para llamar al 911. A los pocos minutos apareció un móvil con dos jóvenes policías que parecían más nerviosos que la víctima. A toda velocidad tomaron por las calles de tierra mientras Plá les pedía que implementaran un operativo cerrojo.

"Después aparecieron otros patrulleros con más policías y entre ellos tengo que agradecerle al subcomisario Ruly, porque se comportó muy bien y fue muy contenedor en ese momento tan difícil", destacó Plá.

PEDIDO DE PROTECCIÓN

En los últimos quince días hubo tres robos de vehículos a remiseras de Cañuelas. El primero ocurrió a mediados de marzo en perjuicio de la empresa Centro; luego le tocó el turno a La Academia y ahora a La Familia.

El coche del último incidente es un Fiat UNO Fire gris, modelo 2010, patente JSA 535, propiedad del chofer Diego Pérez. Plá pidió que si algún vecino tiene información del vehículo lo informe al teléfono de la agencia, (02226) 43-0474. 

Rogelio se encuentra a cargo de la empresa desde octubre de 2011 y es la primera vez que sufre la sustracción de un auto de su flota. Y ante la seguidilla de robos similares dijo que tiene la intención de reunirse con los otros damnificados para pedir algún tipo de protección a las autoridades.

"En Cañuelas hay más de veinte agencias pero sólo tres trabajamos de noche: Centro, Libertad y nosotros. El problema es que estamos demasiado expuestos y no tenemos herramientas para evitar que nos roben. Si esto sigue así no nos va a quedar más remedio que cerrar de noche, y en ese caso la comunidad se quedaría sin un servicio que muchas veces no se valora. Es un tema que deberíamos charlar con las autoridades para implementar algún mecanismo que nos permita trabajar con seguridad", concluyó.

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Escrito por: Redacción InfoCañuelas