La policía local con colaboración del GAD detuvo hoy a dos personas sindicadas como los autores del crimen de Mirta Barcia: Leonardo Ezequiel Quinteros, de 28 años; y Juan Pedro Corvalán, de 29.
Las detenciones no habrían sido posibles (al menos tan rápidamente) sin la intervención de Mario Puñales, que llevó a declarar a dos testigos clave. Oriundo de La Matanza, Puñales se presenta como pastor evangélico e instructor de defensa personal.
EL BUZO DEL CRIMINAL
En un rastrillaje realizado minutos después del crimen, cuando se en buscaba el arma homicida, la policía halló una campera o buzo con camuflaje tirado en un pastizal, a unos 100 metros de la escena. De inmediato se sospechó que uno de los asesinos había descartado la prenda en su huida.
El miércoles Puñales se presentó en la Fiscalía con dos testigos que aseguraban conocer quién era el dueño de ese buzo y su cómplice. Aportaron sus nombres, direcciones y las identidades falsas que usaban en la red social Facebook.
La Fiscalía advirtió que los datos tenían verosimilitud y de inmediato ordenó chequearlos, antes de pedir la orden de detención, que este viernes fue autorizada por el juez Martín Miguel Rizzo. Afortunadamente la investigación se realizó con extrema cautela, sin alertar a los sospechosos y sin que los datos se filtraran a la prensa.
“Además de mi labor como pastor en la iglesia ´El justo por la fe vivirá´ y de trabajar como instructor para los grupos policiales GEO y Halcón, participo en una ONG de asistencia a las víctimas. A través de mucha gente que conozco me llegó la información de dos testigos de Cañuelas que tenía información muy relevante, pero no estaba seguro de cómo hacerla llegar a la justicia”, relató Puñales a InfoCañuelas desde su casa, en La Matanza.
“El miércoles fui a Cañuelas, hablé con ellos y los llevé a la Fiscalía para que declararan bajo identidad reservada. Los testimonios fue muy contundente, contaron quién era la persona dueña del buzo camuflado, les mostraron los videos de la causa y reconocieron a los delincuentes. Nos dijeron que antes de disponer alguna medida iban a verificar la información”, agregó Puñales.
Uno de los testigos agregó otro dato relevante: dijo que el dueño del buzo estaba con prisión domiciliaria y que salía con frecuencia usando la documentación y la identidad de su hermano, físicamente muy parecido.
Como se dijo, Corvalán fue detenido el año pasado en una causa por venta de drogas (IPP 06032175/19). El 27 de abril de este año fue beneficiado por el juez Martín Rizzo con el régimen de prisión domiciliaria, tras una política de morigeración aplicada en el inicio de la pandemia para evitar los contagios de Covid en la población carcelaria.
El testigo de identidad reservada volvió a entrar en escena este viernes. “A la mañana me avisó que Quinteros estaba deambulando con una mujer por el centro de Cañuelas. Le avisamos a la Fiscalía y a los pocos minutos fue detenido”, agregó Puñales.
En rigor, los allanamientos estaban programados para la tarde de este viernes, pero el fiscal sospechó que Quinteros estaba preparando su fuga y por eso decidió acelerar los plazos y detenerlo en la calle. Los policías lo rodearon cuando caminaba por Av. Libertad y 9 de Julio. Corvalán fue detenido a las pocas horas en un allanamiento efectuado en su domicilio.
En las viviendas de ambos, según voceros policiales, se halló vestimenta usada durante el crimen.
InfoCañuelas le preguntó a Puñales si estaba seguro de querer contar estos detalles. "Por supuesto que sí. Cuando me enteré de quiénes podrían ser los autores del hecho, no dudé en llevar a los testigos a la Fiscalía para declarar y colaborar con la justicia".
Escrito por: Redacción InfoCañuelas