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Un grave episodio de inseguridad ocurrió en la noche del miércoles 16 de octubre en el barrio privado El Metejón de Vicente Casares. Alrededor de las 21.30, al menos dos delincuentes rompieron a mazazos los vidrios laminados de una ventana de la unidad funcional 32 e intentaron entrar en momentos en que un matrimonio se encontraba cenando. Los malvivientes escaparon ante los gritos de la mujer, no sin antes amenazar a su esposo con un arma de fuego.
“Eran casi las 21.30. Estábamos cenando en la cocina. Escuché que el perro ladraba y de pronto se cortó la luz. Me llamó la atención que sólo se había cortado en mi casa. Por las ventanas veía que las otras viviendas seguían iluminadas” contó Daniela Oblak a InfoCañuelas.
Como los ladridos del perro continuaban en dirección a un terreno lindero, el esposo de Daniela salió al jardín y fue entonces cuando vio a dos intrusos que venían desde el pilar. Uno de ellos lo amenazó con un arma: “Quedate quieto o te mato”, le advirtió. El hombre gritó y salió corriendo a través de la cancha de polo en dirección a la garita de seguridad para buscar ayuda.
Daniela cerró las aberturas y se encerró en una habitación de la planta alta mientras comenzaron a escucharse los golpes sobre los vidrios laminados de una ventana lateral, que quedaron totalmente destrozados. Desde lo alto Daniela abrió una ventana y comenzó a gritar pidiendo auxilio. Fue entonces cuando los delincuentes desistieron y escaparon. Un instante después regresó su esposo acompañado por el personal de seguridad.
“El ruido era impresionante, imaginé que iban a romper toda la ventana y que después iban a subir y me iban a tirar abajo la puerta”, pensó Daniela.
El incidente generó una verdadera conmoción en el barrio, donde viven aproximadamente 10 familias en forma permanente.
Este robo -que no es el primero en este año- reavivó los reclamos de los propietarios respecto a la seguridad interna, ya que el barrio no cuenta con perímetro electrificado. De hecho, los delincuentes que ingresaron en la noche del miércoles entraron por algún punto vulnerable del cerco y luego hicieron un corte en otro alambre romboidal.
Lo que señalan los habitantes es que la mayoría de las parcelas sigue en poder de la firma desarrolladora y en consecuencia los escasos residentes no tienen votos suficientes para imponer decisiones en las asambleas. Quizá ahora, a partir de lo ocurrido, la seguridad comience a ser un tema prioritario de debate.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
