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22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Robaron tres caballos en Santa Anita: aparecieron carneados en Virrey del Pino

Tristeza para una familia que llegó a Cañuelas escapando de una pérdida irreparable y la inseguridad del Gran Buenos Aires. Video.

La familia Zárate, del barrio Santa Anita, atraviesa momentos de mucha angustia. Tres caballos que eran parte del grupo familiar fueron robados el pasado fin de semana y dos días después aparecieron faenados en un descampado de Virrey del Pino. Hasta el momento no hay ningún dato sobre los autores del hecho.

Tamara Zárate, integrante de la familia, habló con InfoCañuelas para contar los detalles de lo ocurrido. Explicó que su papá tenía cuatro caballos que solían estar en un pequeño establo de un terreno ubicado en las afueras de Santa Anita, a pocos metros de la casa donde viven.

El domingo 10 de diciembre a las 11 de la noche delincuentes abrieron el box y se llevaron tres de los ejemplares. El cuarto, más arisco, logró escaparse y vecinos lo encontraron deambulando por las calles de Santa Anita.

Los caballos robados eran Blanquita (una yegua de unos 13 años); Ángel, de 13 años; y Chento, de 10, todos caballos mansos de andar.

“Hicimos la denuncia en el Comando Rural, pero no buscaron demasiado. Buscamos más nosotros que ellos. El lunes a las 17.30 cuando nos tomaron la denuncia, nos dijeron que no toquemos nada del box porque tenían que hacer un peritaje, pero nunca vinieron”, explicó Tamara.

Las huellas de los tres caballos se perdían en un campo que limita con el Río Matanza.  “Mi papá entró con la policía, encontraron las sogas, pero los caballos no estaban” contó la joven.

Luego alguien les avisó que Blanquita estaba en el km. 47, que le estaban pegando porque no quería caminar. “Fuimos hasta ahí, pero no pudimos entrar hasta el fondo del barrio porque es una zona peligrosa y no nos animamos”, explicó Tamara.

El martes la familia Zárate recibió un nuevo mensaje que les destrozó el corazón: era una foto de los tres caballos descarnados tirados a un costado de un camino del km. 47. “Mi papá fue al lugar y efectivamente eran nuestros caballos. Estaban las costillas, las cabezas, las patas... los carnearon y dejaron los restos ahí”.


Tamara destacó que “Vasco”, el único caballo que se salvó de los cuatreros, llora y relincha. “Se pasa el día mirando hacia el lugar por donde se fueron sus compañeros. Después de todo esto no sé si volveremos a tener caballos, pero también nos da pena verlo solito”.

Los Zárate son oriundos del km. 36. En plena pandemia se instalaron en Santa Anita en busca de seguridad. “Vivíamos en Virrey del Pino. Cuando largaron presos, uno de esos presos le quiso robar el auto a mi hermano, Nahuel, él entregó todo y sin embargo uno de los integrantes de la banda le dio un tiro por la espalda. Los agarraron, los condenaron a 20 años pero ya los largaron. Para mi papá, que nunca logró recuperarse por la pérdida de mi hermano, los caballos eran como una terapia”, concluyó Tamara.

Escrito por: Redacción InfoCañuelas