La novela de la fuga de un preso de la Comisaría 1ra. sumó nuevos ingredientes.
Por un lado la fiscal Norma Pippo recibió imágenes de una cámara de seguridad privada situada en Av. Libertad entre Del Carmen y San Martín que muestran al escapista Eliseo Ruiz Díaz saliendo del estacionamiento de la Comisaría el sábado 19 de septiembre a las 18.05. Se lo ve solo, caminando tranquilamente rumbo a la plaza.
Estas imágenes, que ya están incorporadas al expediente, complican al imaginaria Axel Nahuel Sarmentero: el sábado se encontraba de turno entre las 7 y las 19 con la misión de custodiar los calabozos.
Sarmentero egresó el 30 de septiembre de 2016 de la Academia de Policía de Prevención Local que funcionó en Cañuelas. A nivel administrativo ya fue desplazado de la fuerza como sospechoso de facilitar la huida de Ruiz Díaz. Concretamente lo acusan de abrirle la puerta y dejarlo ir con la presunción de que son amigos.
La fiscal no se conforma con esas imágenes y quiere reunir más elementos de prueba antes de imputar a Sarmentero por facilitar la evasión (artículo 281 del Código Penal), un delito que prevé una pena de hasta 4 años de cárcel y el triple de tiempo de inhabilitación.
Ayudaría mucho a esclarecer el tema si se contara con imágenes internas de la Comisaría, pero aunque resulte difícil de creer, no hay cámaras de seguridad en el sector de calabozos, ni tampoco en el hall de la entrada, la vereda, el estacionamiento o las oficinas. La comisaría tenía cámaras en todos los pasillos hace más de 15 años cuando ni existía el COM. En algunos lugares neurálgicos de Cañuelas la tecnología involuciona.
La fiscal todavía no citó a Sarmentero, quien hace unas horas concedió un reportaje a la web NacPop. Allí se presentó a sí mismo como un “perejil”. Explicó que el imaginaria nunca tiene la llave de los calabozos y que cuando él entregó el turno a su remplazante y pasó lista, los 11 presos estaban en su lugar. “Si no me tiran el fardo a mí, pierden todos. Soy el eslabón más débil por ser un simple oficial de policía con cinco años de antigüedad. A alguien le tienen que echar la culpa” se atajó.
Sin embargo, no es tan seguro que la boda tenga un solo pato. La fiscal también analiza la posibilidad de imputar al máximo responsable de la “taquería”, el comisario Damián Leiva, por el delito de Violación de los deberes del funcionario público, tipificado en el artículo 248 del Código Penal con una pena de un mes a 2 años e inhabilitación por el doble de tiempo.
Hay una versión en la que varias fuentes coinciden. El día de la fuga el oficial de Servicio (responsable de la llave del sector de calabozos) tuvo que salir para cubrir un accidente de tránsito. Se sospecha que en ese ínterin alguien pudo haber tomado la llave guardada en su escritorio para liberar a Ruiz Díaz. Otra posibilidad es que el candado haya quedado abierto por negligencia de algún oficial jerárquico que lo manipuló durante el día.
En el medio de todas estas hipótesis se escucharon teorías delirantes, por ejemplo, que Ruiz Díaz se escapó por el hueco del pasa-platos, un recorte con espacio insuficiente para que lo atraviese un ser humano. “Eso es totalmente descabellado. Sí podemos confirmar que el detenido se fue de la Comisaría el sábado a las 18.05. En principio eso no alcanza para imputar a Sarmentero. Antes de hacerlo necesitamos reunir más pruebas” dijo a InfoCañuelas una fuente judicial.
Algunos presos que prestaron declaración en la Comisaría habrían expresado que el imaginaria les pidió que dijeran que el preso se había ido el viernes. Otro habría señalado que al momento de irse, el imaginaria le dijo a Ruiz Díaz a viva voz: “Chango, vení que te dieron la libertad”. La fiscal Pippo tomó estos testimonios con pinzas porque fueron realizados en la sede policial, tal vez bajo presión. Seguramente los citará para escucharlos cara a cara o esperará a que lo haga la fiscalía de La Plata cuando eleve la causa.
PRESOS TRASLADADOS
Entre tanto, el jueves se concretó el desalojo de los calabozos donde quedaban 10 detenidos (eran 11 con Ruiz Díaz). Por disposición del Juzgado de Garantías 8, fueron trasladados al Penal de Magdalena. Nadie quería agigantar el papelón y exponerse a una inspección de algún organismo de derechos humanos.
Cabe recordar que tiempo atrás el juez Rizzo había prohibido alojar presos en la 1ra. porque no tenía condiciones mínimas de habitabilidad. En un momento llegó a ordenar el retiro de una puerta de reja cuando se enteró de que su orden no había sido acatada.
Con el tiempo los calabozos volvieron a utilizarse porque no queda otro remedio: el Destacamento de Alejandro Petión aloja sólo mujeres, Los Pozos no tiene calabozos y Máximo Paz está colapsado al igual que las cárceles.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas