Un abanico de tés importados. Una exclusiva selección de pastelería francesa. Picadas delicatessen. Y ahora también cocina gourmet en un entorno campestre.Es lo que propone Bambú, el reducto gastronómico que dirigen Mónica Domínguez y Philippe Besineau en Vicente Casares, a 15 kilómetros de la ciudad de Cañuelas.
El proyecto se inició hace algo más de un año en La Zeralda, una chacra donde Philippe cultiva aromáticas, hierbas frescas y flores comestibles y cuyo nombre rememora el puerto de la Argelia francesa de donde partieron los Besineau hace medio siglo.
“En Cañuelas no había un lugar donde uno pudiera tomar un auténtico té en hebras con pastelería casera. Aprovechando la experiencia que adquirí en mis viajes por el sur y una colección de vajilla que venía juntando desde hacía treinta años, decidimos abrir Bambú”, relata Mónica Domínguez.
La casa, como nacida de un cuento oriental, despliega teteras, porcelanas, cubiertos de plata y cálida mantelería en un ambiente de tapices y muebles reciclados.
A la hora de la merienda la carta ofrece la clásica Tarte Tatin (torta invertida de manzana que se sirve tibia), torta húmeda de chocolate, croissants, budines, hojaldres y cupcakes.
Hay más de cincuenta blends de tés importados en hebras y algunas combinaciones exóticas, como el de anís y zanahoria con base de té verde; el de tomate y laurel, pensado para beber frío; o el té con pimienta ideal para acompañar bocadillos salados.
Con el correr de los meses la casa Bambú incorporó almuerzos y cenas, retomando la tradición culinaria de Chez Nicole, un restaurante que los padres de Philippe tuvieron en Vicente Casares hasta los años ´90.
Siguiendo las recetas de su madre Nicole, e incorporando tendencias de la cocina marroquí o catalana, Philippe elabora los platos al momento.
Para degustar como entrada surgen los canapés con salmón crudo, rolls de quesos con eneldo o bocaditos con pâté de campagne. Luego se puede optar por la Soupe à l'oignon (sopa de cebolla), Langostinos empanados en almendra, Mejillones con salsa de vino, Salmón rosado a las finas hierbas o Dados de lomo con en salsa de Malbec.
A la hora de los postres se destacan el Mousse helado de mascarpone con frutos rojos o los Crêpes suzette, aunque siempre hay alguna sorpresa creada a partir de los frutos de estación que provee la huerta, como higos o duraznos.
Las rúculas y escarolas de las ensaladas y los acompañamientos florales de rosas, violas o caléndulas comestibles que aportan color en platos y tortas son cultivados por Philippe en la misma chacra.
Bambú tiene una capacidad para cincuenta comensales y siempre es preferible reservar con anticipación porque la comida se prepara al momento de pedirla.
El lugar también funciona como centro cultural, por lo que suele haber petit conciertos de música clásica.
La atención personalizada de Mónica y Philippe añade otro detalle de calidez en este templo de aromas y sabores.
BAMBÚ EN SÍNTESIS
Casa de té y restaurante. Funciona los viernes a partir de las 17; sábados y domingos todo el día.
Bambú también se encuentra asociado Romina Galetto, la ex pastelera de La Bourgogne, para ofrecer catering de pastelería.
Ubicación: Autopista Ezeiza-Cañuelas, Km 49.500, sobre la colectora. Antes del puente de Vicente Casares se debe salir de la autovía y seguir un camino paralelo empedrado de 1.500 metros hasta la entrada a la chacra, e ingresar 100 metros.
Localización en Google Maps.
Contacto y reservas: (011) 15 5010 6313 / bambucasadete@gmail.com
INFOCAÑUELAS
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
Bambú: el refugio de la cocina gourmet
En un rincón de Vicente Casares reluce este restaurante y casa de té especializado en platos frances